Xavi Hernández no quiere favoritismos en el Barça. Ni jerarquías. La meritocracia ha llegado al vestuario azulgrana y el técnico espera gestionar el nuevo escenario sin muchos problemas. Pero sabe que no lo tendrá fácil con Gerard Piqué y Jordi Alba, dos capitanes que jugaban por real decreto y que ahora son suplentes.
La imagen de Piqué y Alba en el banquillo del Barça en el partido contra el Valladolid simbolizaba el nuevo orden que se impone en el Camp Nou. Xavi tiene centrales de sobra (Koundé, Christensen, Eric García y Araujo) para prescindir del futbolista de la Bonanova. Más sorprendente es que el joven Balde le haya ganado la partida a Alba, que puede perderse el Mundial de Qatar.
Marcos Alonso no es prioritario
La situación de Alba podría complicarse un poco más si finalmente el Barça ficha a Marcos Alonso. El club lo tiene todo pactado con el lateral madrileño, pero su fichaje no es ahora la prioridad. Xavi prefiere reforzar la banda derecha.
La dirección deportiva del Barça y Xavi han decidido que Balde siga en el primer equipo, llegue o no Marcos Alonso. De momento, a Alba no le queda más remedio que ponerse en forma. Contra el Rayo fue titular y Xavi acabó muy descontento con su rendimiento.
Piqué lo tiene crudo
Pique, por su parte, ni tan siquiera se ha estrenado en la Liga. De momento calla y acepta su situación. Al acabar la pasada temporada, Xavi ya le avisó de que sería suplente y le pidió que fuera muy discreto con su vida privada.
Sergio Busquets, en cambio, es intocable para Xavi. El mediocentro es la extensión del técnico en el campo. Y Xavi también está contento con Sergi Roberto, que tendrá sus oportunidades durante la temporada.