Que Marcos Alonso jugará esta temporada en el Barça es algo que pocos dudan. Lo que sigue estando en el aire, sin embargo, es a partir de cuándo lo hará. Porque el fichaje del internacional español ya está apalabrado desde hace semanas, pero el club azulgrana todavía no lo está impulsando.
El motivo es claro: a día de hoy, existen otras prioridades como el hecho de inscribir en las competiciones oficiales a Jules Koundé. Y, naturalmente, fomentar la operación salida con el adiós de jugadores como Memphis Depay, Braithwaite, Umtiti o las cesiones de Abde y Balde.
No quiere perder el ritmo
El FC Barcelona necesita seguir descartando a los futbolista con los que no cuenta, para así oxigenar la masa salarial de la plantilla y permitir, entre otras cosas, la cabida de Marcos Alonso. Hace unos días parecía que su incorporación al FC Barcelona se anunciaría de manera inminente, pero todo se encuentra en stand-by y el futbolista, para no continuar en el limbo y mantener la buena forma física, se reincorporará próximamente a los entrenamientos del Chelsea.
Eso no quiere decir que vaya a volver a vestir la camiseta de los blues, pero actualmente tiene contrato vigente y, mientras no se oficialice su fichaje por el FC Barcelona, dispone de todo el derecho del mundo a ejercitarse junto al resto de sus compañeros bajo el mando de Thomas Tuchel.
Marcos Alonso Mendoza con la camiseta de la selección española / EUROPA PRESS
Marcos Alonso Mendoza con la camiseta de la selección española / EUROPA PRESS
Laporta seguirá fichando
Desde el Camp Nou se confía en que la operación pueda cerrarse en los próximos días, y que Marcos Alonso aterrice en la plantilla para ofrecer competencia directa a Jordi Alba en la posición de lateral izquierdo. De momento, el jugador podrá mantener el ritmo y la tensión física junto al resto de sus compañeros, a la vez que en las oficinas culés trabajan a destajo.
El FC Barcelona está pendiente también de llegar a acuerdos con Sergio Busquets y Gerard Piqué, a fin de que ambos se rebajen o difieran el sueldo. De esta forma, seguirá liberándose un espacio salarial que el Barça necesita como agua de mayo. Sólo así podrán aterrizar Marcos Alonso y, quizá, un Bernardo Silva que aspira a convertirse en la guinda de Laporta para este mercado de fichajes.