Hay motivos para ilusionarse. El FC Barcelona 2022-23 ya hace días que está carburando, independientemente de que aún falten varios refuerzos por llegar y que pueda producirse alguna baja de gran calado. Sea como sea, el equipo de Xavi Hernández está cada vez más rodado y este pasado sábado, en Las Vegas, volvió a superar por segundo clásico consecutivo a un Real Madrid que persiguió sombras durante gran parte del choque.
Los culés tan sólo ganaron 0-1, pero bien podrían haber goleado de no ser por las intervenciones de Courtois y la falta de puntería, en ocasiones, de los atacantes blaugrana. Raphinha, sin lugar a dudas el MVP del Clásico, fue el autor del golazo que dio la victoria al Barcelona en tierras norteamericanas. Por el bando merengue, un tiro al larguero de Valverde y un remate cruzado de Asensio fueron las únicas oportunidades de igualar la contienda.
El Barça dio espectáculo en Las Vegas
En líneas generales, puede decirse que el FC Barcelona fue mucho más consistente que el equipo de Ancelotti. El balón fue azulgrana, en algunos momentos hubo baile y rondos por todo el campo, especialmente durante el primer tiempo.
En el segundo, con el centro del campo titular del Real Madrid ya sobre el verde, las cosas se igualaron. Hubo momentos de todo, y hasta se produjo un amago de tangana tras una entrada de Jordi Alba, merecedora de tarjeta, que acabó con empujones entre varios futbolistas de uno y otro equipo.
También hubo un penalti como una casa, cometido por mano en el área del Madrid en la segunda parte. Como era de esperar, no fue señalado y el Barça no pudo ampliar distancias desde los once metros. Mención especial al debut de Lewandowski, que no pudo ser con gol por culpa de las paradas de Courtois.
Lluvia de ocasiones para los de Xavi
Aubameyang y Ansu Fati también tuvieron el gol en sus botas, tanto en la primera como en la segunda mitad. Y es que, hasta el final del encuentro, hubo ocasiones de todos los colores para el bando culé. En una de ellas, Kessié se quedó solo ante Cortouis y no tuvo la brillantez para definir correctamente, disparando demasiado centrado y rasito. Dembelé la tuvo poco después, tras recibir en profundidad del propio Kessié. Paró Courtois a cuatro minutos del final.
Luego se dieron acercamientos peligrosos del mismo Dembelé, Memphis, Dest, Nico González. El marcador, en cualquier caso, no volvió a moverse desde el golazo de Raphinha en el minuto 27, con un tiro inapelable desde fuera del área. El Barça volvió a ser mejor que su eterno rival por segundo clásico consecutivo. Y el marcador podría haber sido mucho más amplio. Hará falta mejorar la puntería... y seguir mirando al futuro con optimismo.