Todo el mundo conoce a la perfección la situación de Memphis Depay. El delantero holandés del FC Barcelona es actualmente el séptimo de caballería en el ataque azulgrana. Por delante tiene a Ansu Fati, Ferran Torres, Raphinha, Ousmane Dembelé, Aubameyang y Robert Lewandowski. Seis jugadores de primer nivel que le quitan el sitio, y que le obligarán --con toda seguridad-- a buscar una salida antes de que termine el presente mercado estival.
El jugador sabe perfectamente que la intención del Barça es traspasarle, o bien utilizarle en algún trueque para fomentar la llegada de alguna nueva incorporación. Memphis ha sonado con fuerza para el Sevilla en las últimas semanas, como moneda de cambio para abaratar el precio de un Jules Koundé cuya prioridad es vestir de azulgrana la próxima temporada 2022-23.
Moneda de cambio o traspaso
El holandés está tasado en 20-25 millones de euros, es una estrella consagrada y podría dejar el precio final de Koundé en alrededor de 40 millones para el FC Barcelona. La pega es que el Sevilla sabe que los culés necesitan desprenderse de sus servicios, y eso podría afectar a las negociaciones.
Sea como sea, a pesar de todo el ruido exterior Memphis se dedica a hacer lo que mejor sabe: jugar al fútbol. Esta pasada madrugada, contra el Inter de Miami, repartió una asistencia brillante desde el córner para que Gavi, llegando desde atrás, rematase al fondo de las mallas. No sólo eso, sino que deleitó al público estadounidense con una jugada en la que recibió de espaldas al borde del área, se giró con un reverso perfecto y, en un alarde de precisión y calidad, definió a la perfección contra el portero rival.
Un golazo para enmarcar, por la rapidez del reverso con balón y la belleza de la diana, justo antes de que la celebrase como hace tradicionalmente: dedos a los oídos, ojos cerrados y cabeza erguida. La calidad que atesora Memphis en las botas es indudable, y se trata de un futbolista capaz de triunfar en cualquier equipo.
Memphis quería seguir en el Barça
Él siempre ha dejado claro que su intención es quedarse en el FC Barcelona, pero es consciente de que a día de hoy no tiene sitio. El club azulgrana, además, necesita ingresos por ventas de jugadores y Memphis es uno de los que tiene mejor cartel, sin contar a Frenkie de Jong. Lo más probable es que, a la vuelta de la gira norteamericana o puede incluso que antes, el holandés se vea obligado a cambiar de camiseta. Y será una pena, porque lo cierto es que su rendimiento en el Barça ha sido bueno en líneas generales. Su traspaso, sin embargo, habrá sido un daño colateral.