Aviso para navegantes. Así podría describirse el hecho de que Óscar Hernández, en ausencia de su hermano Xavi en el banquillo, decidiese colocar a Frenkie de Jong de central en la segunda mitad contra el Inter Miami. El centrocampista holandés no tuvo ocasión de jugar en su hábitat natural esta pasada madrugada, algo que puede entenderse de dos formas distintas.
La primera, y más obvia, es que el FC Barcelona anda escaso de centrales del primer equipo en tierras norteamericanas. Clément Lenglet se ha marchado cedido al Tottenham, Umtiti y Mingueza se han quedado en Barcelona al no contar en los planes del club, mientras que Gerard Piqué está entrenando con relativa normalidad pero, por el momento, no ha participado en los amistosos preparatorios.
Aún hay fichajes pendientes
Tampoco han llegado todavía Azpilicueta, Marcos Alonso y Jules Koundé, los tres jugadores a quienes pretende fichar el Barça para reforzar a lo grande la defensa. De ahí que Óscar decidiera colocar a Frenkie de Jong como pareja de Ronald Araujo en la zaga, aunque bien podría haber hecho lo propio con algún otro futbolista como Sergio Busquets. Escogió sin embargo al neerlandés, que durante su etapa en el Ajax ya jugó en algún partido puntual en la posición de central, mostrando un nivel más que aceptable.
La cuestión es que, como hemos dicho, la colocación de Frenkie en la retaguardia puede entenderse de dos maneras. Y la segunda es un posible mensaje indirecto del Barça, invitando al jugador a que haga las maletas rumbo al Manchester United. La salida del neerlandés permitiría acelerar --y puede que cerrar-- los fichajes pendientes, logrando así que la plantilla no esté tan desequilibrada a día de hoy y que, en el eje de la defensa, Xavi y su cuerpo técnico dispongan igualmente de una alta cantidad de efectivos.
El fichaje de Koundé podría depender de la salida de Frenkie. Y también, claro está, de la activación de las próximas palancas que planea Laporta, con la venta de otro 15% de derechos audiovisuales a Sixth Street y la posible cesión del 49% de Barça Studios. Se podrían obtener unas ganancias de 400 y 200 millones por cada una de dichas palancas, respectivamente, pero ninguna está cerrada todavía. En este sentido, la hipotética venta de Frenkie por 80 millones, rumbo a Old Trafford, sería una mini-palanca instantánea que ayudaría al Barça a zanjar buena parte de sus objetivos restantes en el mercado.
Máxima presión para Frenkie
Lo que falta, naturalmente, es el OK del futbolista. El centrocampista holandés ya ha dejado claro por activa y pasiva que quiere continuar en el Barça, cumpliendo así el contrato que tiene firmado. Eso, a sabiendas de que la próxima temporada 2022-23 podría no jugar todos los minutos que desee, debido a la competencia en la medular con Busquets, Nico, Pedri, Gavi, Kessié y Sergi Roberto. También de Pablo Torre, una joven promesa en ciernes que está dejando muy buenas sensaciones durante la pretemporada.
La salida de Frenkie de Jong, además de aportar una suculenta cantidad de cash al FC Barcelona, oxigenaría aún más la masa salarial de la plantilla culé. Y podría equilibrar aún más, con la llegada de los nuevos refuerzos para la defensa, un equipo que está mejorando a pasos agigantados en comparación al de hace un año. El Barça, de momento, le sigue lanzando indirectas. Frenkie deberá decidir si arrima o no la oreja para escucharlas.