Gavi no sólo se caracteriza por su virtuosismo técnico. Desde el primer momento, el centrocampista sevillano ha demostrado que es un jugador que va al choque, que tiene una fortaleza espectacular en los balones divididos y una garra que le lleva a robar una gran cantidad de balones. Es capaz, además, de mantener la intensidad durante gran parte de los noventa minutos y, a sus 17 años, muestra una madurez inesperada en todos los sentidos.
Desde que finalizó la pasada temporada 2021-22 hasta el comienzo de esta pretemporada, el de Los Palacios ha seguido trabajando por su cuenta para desarrollar la musculatura. Un plan semejante al que lleva haciendo Pedri González desde hace año y medio, y que le ha permitido no sólo ganar presencia sobre el césped sino, también, prevenir futuras lesiones de gravedad.
La unión de talento y ambición
Al igual que el de Tegueste, Gavi se ha convertido en un futbolista irremplazable para el FC Barcelona y titular indiscutible, siempre y cuando Frenkie de Jong acabe haciendo las maletas del club rumbo al Manchester United. A nivel técnico poco puede mejorar el sevillano, pero en el aspecto físico seguirá trabajando a destajo estos próximos meses para pulir varios detalles que le ayuden a ser aún más consistente.
Y es que, en el fútbol actual, tan importante es ser un mago con el balón en los pies como disponer de una corpulencia, robustez y masa muscular que ayude a mantener la intensidad en los choques y no perder las disputas en los balones divididos. El nervio competitivo de Gavi es una de las claves de su gran motivación.
El joven centrocampista tiene claro que quiere triunfar en la élite del fútbol, y además vistiendo durante muchos años la camiseta del FC Barcelona. La renovación está ya prácticamente sellada a la espera de que cumpla los 18 años, a principios de este mes de agosto, cuando podrá firmar un contrato largo de más de tres años de duración.
Pedri y Gavi, vidas paralelas
Esta última temporada 2021-22, ha sido una de las mejores noticias para un Barça en plena reconstrucción. Una joya que cada vez brilla con más fuerza, tanto en el club azulgrana como en la selección española, y que es también uno de los grandes favoritos para conquistar la próxima edición del Golden Boy. Algo que, por cierto, ya logró Pedri el año pasado. Caminos paralelos que las dos perlas de la medular culé están recorriendo a toda mecha. Quemando etapas, justo cuando el Barça más les necesita.