El FC Barcelona no deja de trabajar en la planificación deportiva del futuro, no sólo de la próxima temporada sino pensando en las venideras. Así se contextualiza la cumbre que ha tenido lugar este domingo en Barcelona, con la presencia de Mateu Alemany, director de fútbol del Barça, y del máximo mandatario de la UD Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez.
El nuevo Pedri, a un paso
Uno de los motivos de la reunión ha sido el de cerrar el traspaso de Alberto Moleiro, una operación que se podría anunciar oficialmente esta semana que viene, según ha explicado en las últimas horas Canarias7. El presidente del conjunto canario ha viajado a la capital catalana junto a su mano derecha, Luis Helguera, para acelerar así unas negociaciones que está llevando Mateu Alemany en el bando azulgrana.
Los términos del futuro contrato de Moleiro, según destaca la citada fuente, serían muy similares a los de Pedri González: una cantidad inicial a la firma --con la cifra aún por confirmar--, un 15% sobre la plusvalía de una futura venta, además de otras variables dependiendo de los objetivos que vaya cumpliendo el joven jugador en las filas del FC Barcelona.
El Barça todavía no habría podido acometer su fichaje a la espera de que se resuelva la segunda palanca económica que planea Joan Laporta. Sin embargo, todos los detalles del acuerdo estarían prácticamente cerrados para oficializar la operación en cuestión de días --siempre según la fuente canaria--, a fin de que la joven perla canaria pueda entrar en la convocatoria de Xavi Hernández para disputar la gira de pretemporada en Estados Unidos.
El Barça gana la carrera
En los últimos meses, el FC Barcelona ha conseguido ganar en la puja por el fichaje a equipos económicamente poderosos del fútbol europeo. El Villarreal fue el primero en poner 15 millones sobre la mesa, pero Las Palmas los rechazó. Tampoco se dejó seducir por el Manchester City, cuya intención era fichar al jugador y cederle a uno de sus equipos vinculados, el recién ascendido Girona. Al final, el triunfante ejemplo de Pedri y las ganas de Moleiro de vestir la camiseta azulgrana pueden ser decisivos a la hora de acelerar las negociaciones.