Poco a poco y con buena letra. Así se están tomando Mateu Alemany, Jordi Cruyff, Xavi Hernández y la parcela deportiva la planificación de la temporada 2022-23. El FC Barcelona debe medir con lupa cada uno sus movimientos dada la complicada situación económica que atraviesa, pero aun así sigue avanzando en el objetivo de confeccionar la mejor plantilla posible para el próximo curso.
Con Andreas Christensen y Franck Kessié ya fichados, a la espera de incorporarse a la pretemporada del primer equipo a partir del lunes 4 de julio, el FC Barcelona podría cerrar en cuestión de días la llegada del tercer refuerzo 2022-23: Marcos Alonso.
Fase final de las negociaciones
El carrilero zurdo del Chelsea podría abandonar el cuadro blue por menos de 10 millones de euros para poner rumbo al Camp Nou, siempre y cuando las negociaciones previstas entre ambos bandos lleguen a buen puerto esta semana venidera.
La idea del Barça es cerrar cuanto antes la operación para que el lateral español pueda estar presente en la gira por Estados Unidos, mientras que el caso Azpilicueta se ha complicado y cada vez parece más complicado que el desenlace sea positivo. Con Marcos Alonso es distinto, al tener un rol menor bajo el mando de Thomas Tuchel. El club azulgrana tiene el OK del jugador desde hace meses, en un acuerdo que englobará las próximas tres temporadas.
El único escollo que falta por resolver en la negociación con el Chelsea es el precio final del traspaso, puesto que en Stamford Bridge siguen pidiendo algo más de 10 millones de euros y desde las oficinas del Camp Nou, en cambio, aspiran a rebajar el coste por debajo de las dos cifras.
Un fichaje de perfil bajo, pero útil
Marcos Alonso es una de las prioridades de Xavi para mejorar la competitividad en el lateral izquierdo, con Jordi Alba, y poder ofrecer descanso al de L'Hospitalet ante la acumulación de partidos de la temporada 2022-23. El madrileño es un futbolista mucho más físico que el actual lateral azulgrana, muy profundo. También es más solvente en las acciones a balón parado, con un gran golpeo de balón a sus 31 años.