Pasan los días, el tiempo se agota y el contrato de Ousmane Dembelé con el FC Barcelona está a punto de caducar. A no ser que el club y el jugador lleguen a un acuerdo antes del 30 de junio, Dembouz se quedará en el paro y dejará de vestir la camiseta azulgrana. La situación, en cualquier caso, todavía está a tiempo de cambiar de forma radical.
Dembelé telefoneó hace unos días a Xavi para pedirle que mediase con el Barça, pero el egarense se ciñó a la última oferta de renovación que le trasladó el club. A pesar de todo, la voluntad del técnico culé sigue siendo la de contar con el extremo francés de cara a la próxima temporada. Y es que el de Terrassa es cada vez más consciente de que, dada la realidad económica que atraviesa la entidad culé, si Dembelé hace las maletas difícilmente llegará algún fichaje de garantías para relevarle. Y Xavi tiene claro que jugadores mejores que el Mosquito, en su puesto, hay muy pocos.
Sin un relevo de garantías
Dembelé ya ha dejado claro a su entrenador que quiere quedarse, pero la oferta del Barça le sigue pareciendo insuficiente. En el club, sin embargo, ya se ha descartado la posible incorporación de Ángel Di María por el alto salario que pide. El argentino está muy cerca de la Juventus de Turín, mientras que el otro gran objetivo culé para reforzar la ala derecha del ataque, Raphinha, cuesta entre 50 y 60 millones de euros. Es lo que pide el Leeds United por el brasileño, una cantidad que el FC Barcelona no puede --ni quiere-- pagar en estos momentos.
Puede que, al final, la opción más asequible económicamente sea renovar a Dembelé, aunque eso signifique subir ligeramente la última propuesta que se le hizo en el mes de diciembre. La renovación del francés contentaría a Xavi y también al propio futbolista, que siempre se ha sentido muy a gusto en Barcelona y está más integrado que nunca en el vestuario, rodeado de jugadores jóvenes y talentosos.
Llega el momento decisivo
Cierto es que debe mejorar su efectividad en ataque, especialmente de cara a la portería rival, pero a sus 25 años cree que todavía tiene margen para conseguirlo. Las capacidades las tiene, de eso no hay duda, y Xavi también lo sabe. A partir de ahí, si finalmente acaba renovando con el FC Barcelona, Dembelé será titular indiscutible en la banda derecha ya sin la competencia de Adama Traoré, aunque puede que Ferran Torres le quite algunos minutos en dicha posición si Ansu Fati se queda de forma permanente en la izquierda.
La cuestión es que, por ahora, todo sigue en el aire con el futuro del jugador francés, que tiene dos ofertas económicamente mejores que la del Barça, más allá de que su gran preferencia sea continuar en el Camp Nou. El culebrón ha entrado en su fase definitiva, y en cuestión de pocas horas habrá fumata blanca. Para bien, o para mal.