El culebrón de Ousmane Dembelé y el FC Barcelona está a punto de acabar. La historia circense que ha protagonizado el futbolista francés --junto a su representante, Moussa Sissoko-- podría terminar con un giro inesperado, dada la voluntad del jugador galo de continuar vistiendo de azulgrana ante la ausencia de ofertas que le convenzan en el mercado de fichajes.
Dembelé pierde el control de todo
Sus pretensiones económicas y deportivas han quedado en saco roto. Y, sorprendentemente, es ahora el FC Barcelona el que tiene la sartén por el mango a falta de una semana para que el Mosquito se quede en el paro. Tal y como ya explicó Culemanía en las últimas horas, el de Vernon ha decidido pedir clemencia a Xavi para que lo readmita en el equipo. Mediante una llamada telefónica, solicitó al técnico culé que pida un esfuerzo a Laporta, a lo que el entrenador dijo que no.
Si quiere seguir, tiene que aceptar la oferta que se le presentó en diciembre y que se le volvió a poner sobre la mesa en mayo, algo que podría hacer de forma inminente al no tener más remedio. Su situación salarial sería muy similar a la de ahora: un poco menos de sueldo, pero una pequeña prima de renovación.
Esas son las condiciones del Barça para acabar extendiendo el contrato del jugador francés, a pesar de que buena parte del barcelonismo se opone. La afición culé está harta de la actitud infantil de Dembelé y su agente, de igual manera que Mateu Alemany y los pesos pesados de la dirección deportiva.
Dilema económico para el Barça
Sin embargo, la realidad dicta que para el Barça sería más beneficioso a nivel económico renovar a la baja al galo en vez de fichar a Raphinha, por quien el Leeds United sigue pidiendo entre 50 y 60 millones de euros. Eso haría que la inversión que el club azulgrana pensaba destinar para el brasileño se pueda utilizar para otras operaciones pendientes, como las de Lewandowski, Koundé o Bernardo Silva.
A falta ya de pocos días para que el contrato actual de Dembouz con el FC Barcelona quede extinguido, todo sigue estando en el aire y se prevé que así sea hasta el final, haya o no plot-twist de por medio. La hipotética renovación del francés, que sería surrealista después del devenir de los últimos meses, contentaría a un Xavi que ya llevaba semanas planificando la temporada 2022-23 sin el futbolista francés. Y que, ahora, podría recibir una buena noticia justo antes de que dé comienzo la pretemporada del primer equipo, el próximo 4 de julio.