La temporada 2021-22 hace mucho que terminó para el FC Barcelona. Antes incluso de jugar los últimos compromisos oficiales, que ya no tenían el más mínimo aliciente para un equipo que había logrado su objetivo básico: amarrar el segundo puesto en Liga y clasificarse para la próxima edición de la Champions League. Desde hace semanas, los grandes desafíos se encuentran en los despachos y no en el terreno de juego.
Dos fichajes en la sala de espera
Esta semana que viene promete traer consigo novedades, y podría ser clave en la planificación del FC Barcelona 2022-23. Laporta, Alemany y el resto de pesos pesados de la cúpula deportiva cerraron meses atrás las contrataciones de dos jugadores que aterrizarán en el Camp Nou con la carta de libertad: Andreas Christensen (Chelsea) y Franck Kessié (AC Milan), ambos con un contrato que caduca el próximo 30 de junio.
El Barça, finalizado ya el curso 2021-22, podría anunciar sus fichajes oficiales a lo largo de esta misma semana, a la vuelta del parón de selecciones previo a que la mayoría de los internacionales se marche de vacaciones. Así las cosas, el danés y el marfileño serán presentados en el santuario azulgrana y ofrecerán sus primeras declaraciones como culés en cuestión de pocos días.
Cumbre importante en el Chelsea
Paralelamente, a principios de esta semana está prevista una reunión clave en el Chelsea. Todd Boehly y los nuevos propietarios del conjunto blue se reunirán con futbolistas y representantes, a fin de esclarecer su futuro y encontrar la mejor solución para todas las partes. Ahí es donde entran los nombres de Marcos Alonso y César Azpilicueta, dos objetivos del Barça en el mercado para reforzar el lateral izquierdo y el derecho, respectivamente.
En función de cómo marche la cumbre prevista, el FC Barcelona sabrá si tiene o no posibilidades reales de llevarse a los dos internacionales españoles. Con ambos tiene pactados ya acuerdos individuales, con los entresijos de sus respectivos contratos ya apalabrados.
Sólo falta que el Chelsea dé la carta de libertad a Azpilicueta este mismo verano y que, en el caso de Marcos Alonso, acepte un traspaso simbólico que no llegaría a los 10 millones de euros, teniendo en cuenta que el madrileño expira contrato en junio de 2023 a sus 31 años.
Marcos Alonso, más fácil que Azpilicueta
En el Barça son algo más optimistas con el aterrizaje del madrileño, aunque sin descartar del todo al navarro, capitán del equipo blue. Xavi Hernández desea tener dobladas todas las posiciones, y ambos futbolistas serían ideales para ello al estar curtidos en mil batallas y, por tanto, tener una gran experiencia en la élite del fútbol europeo. No en vano, ambos forman parte de la última convocatoria de Luis Enrique con España.