Hay futbolistas que suelen jugar mejor con su selección que con su equipo. Un caso célebre es el de Gareth Bale. Y, en el mundo Barça, sucede con dos internacionales por Holanda: Frenkie de Jong y Memphis Depay. El primero por un cambio de posición que le beneficia, al poder jugar de pivote defensivo; el segundo, porque con la oranje siente una libertad y una confianza absoluta que no existen con el Barça.
Penalti estrellado contra la madera
Memphis, en cualquier caso, demostró este sábado contra Polonia (2-2) que sigue con la mente puesta en Barcelona. Si bien es cierto que dio una asistencia y disputó un buen partido en líneas generales, el tercer máximo goleador histórico de Holanda falló un penalti decisivo que habría culminado la remontada de los suyos ante el combinado nacional de Polonia.
Con el marcador empatado a dos, tras una gran reacción de los neerlandeses al transformar dos dianas en la segunda mitad, el atacante del FC Barcelona estrelló una pena máxima contra la madera al ajustar demasiado el disparo. Una faceta, la de los lanzamientos de penalti, en la que es un especialista como bien ha demostrado esta última temporada en el Camp Nou.
Memphis depende de otras operaciones
A día de hoy, Memphis sigue muy pendiente de su futuro. Su voluntad es continuar vistiendo de azulgrana la próxima temporada, y teóricamente así será mientras no lleguen al equipo los fichajes deseados por Xavi, Laporta y Alemany: el brasileño Raphinha, del Leeds United, y el polaco Robert Lewandowski. De momento el Bayern Múnich bloquea la operación del ariete, cosa que beneficia a Memphis.
Y es que, teniendo en cuenta que Adama Traoré y Ousmane Dembelé harán las maletas, el FC Barcelona no quiere perder también a la estrella holandesa a no ser que lleguen al equipo los dos fichajes mencionados, que cambiarían notablemente el escenario.
La continuidad de Memphis en el FC Barcelona sigue en el aire, y así continuará hasta que llegue el verano y, con el paso del tiempo se confirme si el club azulgrana es capaz --a nivel económico-- de cerrar las incorporaciones deseadas. El holandés sabe que no es una prioridad para el Barça, pero está convencido de que, si le dejan otro curso en el equipo, podrá demostrar su valía. Al menos, de la misma manera que lleva años haciéndolo con la oranje.