Todo está en el aire. El fichaje de César Azpilicueta para reforzar el lateral derecho del FC Barcelona se encuentra pendiente de lo que se hable en la cumbre que debe mantener el jugador navarro en los próximos días con los nuevos propietarios del Chelsea, liderados por el multimillonario Todd Boehly. Una reunión que tendrá lugar, presumiblemente, después del último partido de España este domingo ante la República Checa.
Un pacto pendiente de ser ratificado
Ya hace meses que Azpilicueta, a sus 32 años, tiene apalabrado un acuerdo con el FC Barcelona para las próximas dos temporadas, más una tercera opcional. El terremoto institucional que ha vivido el Chelsea desde la salida forzada de Roman Abramovich, sin embargo, lo ha puesto todo patas arriba y ahora la salida del polivalente internacional español está en entredicho.
El futbolista espera que la nueva directiva del Chelsea cumpla con la palabra que le dio la anterior, antes de que el club cambiara de manos. Y es que la entidad blue tenía fijada en el contrato de Azpilicueta la opción de prorrogar una campaña más su contrato en función de una cantidad determinada de partidos, algo que el central navarro cumplió el pasado curso.
No obstante, el jugador español tenía igualmente la palabra de la directora deportiva del conjunto inglés, Marina Granovskaia, de que le dejarían salir si él lo solicitaba este verano. El problema en estos momentos es que el club de Stamford Bridge acaba de cambiar de directiva al completo, y la idea actual de Todd Boehly sería la de retener a Azpilicueta en la plantilla una temporada más.
Cambio de escenario en el Chelsea
Sobre todo teniendo en cuenta las salidas con la carta de libertad de Rüdiger (Real Madrid) y Christensen (FC Barcelona), lo que habría llevado a pensar a Boehly que el Chelsea, en estos momentos, no puede permitirse también la salida de Azpilicueta. Tampoco la de Marcos Alonso, otro de los carrileros con los que el Barça desea reforzar su defensa, aunque en su caso para el lateral izquierdo.
Ahora, todo está pendiente de ver cómo se desarrolla la reunión prevista entre el entorno de Azpilicueta y la directiva de los blues, a fin de encontrar la mejor solución para todas las partes. Después de haber disputado nada menos que 10 temporadas en el Chelsea, de ganarlo absolutamente todo y convertirse en su capitán, el navarro cree que se ha ganado el derecho a decidir su futuro. Eso, en cualquier caso, podría no ser suficiente.