El futuro de Kalidou Koulibaly está rodeado de misterio. Lo que sí está claro, sin embargo, es que el Nápoles quiere retenerle a toda costa en la plantilla, y desea conseguir el OK del jugador para que renueve el contrato que expira actualmente el 30 de junio de 2023. Está previsto que De Laurentiis, presidente del Nápoles, y también Giuntoli, el director deportivo, mantengan una cumbre con Fali Ramadani, agente del futbolista.
Un encuentro que se producirá a lo largo de los próximos días, y en el que se pondrá encima de la mesa una propuesta de renovación por cuatro temporadas más, a razón de cuatro millones de euros por cada una de ellas más un bonus variable de un millón por curso.
Barça y Juventus, al acecho
El club partenopeo sabe que clubes como el FC Barcelona y la Juventus están muy atentos a la situación del defensor senegalés, que es el futbolista mejor pagado de la plantilla napolitana con una ficha de seis millones de euros. Sin embargo, esa cantidad ya no es soportable para las arcas de la entidad italiana, debido a la delicada situación financiera que atraviesa.
Es por ello que a Koulibaly se le propondrá una renovación a la baja, pero de una larga duración. El central africano cumplirá 31 años en dos semanas, por lo que se aseguraría una ficha millonaria hasta los 35 años, jugando además en un equipo puntero de Europa. Eso sí, sin la opción de luchar por títulos de gran relieve internacional como la Champions League, y seguramente tampoco por la Serie A.
Inscribir a Koulibaly, otro reto
Ese es uno de los motivos por los que el futbolista querría hacer las maletas, además de no hacerle gracia tampoco la rebaja salarial que se le plantea desde el conjunto italiano. Sea como sea, en función de cómo marche la cumbre de la próxima semana, el FC Barcelona ganará o perderá enteros a la hora de intentar hacerse con el fichaje del futbolista este mismo verano.
Si finalmente hubiese luz verde, el gran hándicap para el Barça sería proponer a Koulibaly una oferta salarial que le convenza y, después, lograr su inscripción en las competiciones cumpliendo con los límites de Fair-Play financiero que tiene establecidos la entidad culé. Algo que no sería nada fácil, pero que Alemany y Laporta estarían dispuestos a intentar a petición de Xavi, el gran valedor del fichaje.