Mucha tensión entre Robert Lewandowski y el Bayern Múnich. El delantero polaco ha sido claro en su decisión de partir a otro destino, tras finalizar la temporada 2021-22 con el elenco bávaro. A pesar de su determinación, la directiva de dicho club es muy inflexible con relación a vender al jugador en el mercado de verano, siendo el Barça uno de los principales interesados. Pero el experimentado futbolista sabe lo que quiere, en especial por el gran motivo que esconde su enfado a la entidad alemana.
El año pasado, el Bayern había notificado al mencionado atacante que contemplaban traspasarlo por una cifra cercana a los 120 millones de euros. Dicha decisión tomó por sorpresa al entorno del polaco, que entendieron que ese monto iba a ser utilizado para pelear por el fichaje de Erling Haaland, que finalmente se decidió por el Manchester City. Si bien la entidad negó el interés en fichar al noruego, la realidad es que el padre de Haaland le reconoció a Pini Zahavi (representante de Lewandowski) que estaban negociando un posible traspaso, según ha informado el programa Què T'hi Jugues.
Tras quedarse sin la oportunidad de fichar al joven delantero, el Bayern ha insistido en renovar el contrato de Lewandowski. Pero esa preferencia ha hecho que la decisión del artillero de 33 años de marcharse definitivamente, sobre todo porque le ofrecieron a Haaland una propuesta superior a la que le presentaron. Cabe recordar que en la jornada final de la Bundesliga expresó que “es muy posible que este haya sido mi último partido con el Bayern, queremos encontrar la mejor solución para mí y para mi club, he tomado la decisión de no extender el contrato”.
El Barça quiere aprovechar esa situación
Esa inminente ruptura entre Lewandowski y el Bayern representa toda una oportunidad para el FC Barcelona, que quiere al polaco para potenciar la parcela ofensiva del equipo dirigido por Xavi. De momento presentaron una oferta de 32 millones de euros al club alemán, aunque todavía se mantienen firmes en evitar una negociación. Si el atacante quiere un nuevo equipo tendrá que ejercer una importante presión para que las dos partes empiecen a hablar en profundidad de los detalles de esa operación.