Memphis Depay aprovechó los minutos y marcó uno de los goles del FC Barcelona hace una semana ante el Mallorca. Este sábado ante el Betis, sin embargo, el neerlandés no estuvo tan fino y no pudo contribuir en gran medida a la ajustada victoria en el Villamarín, a pesar de que lo intentó de todas las maneras.
En el particular duelo de viejos amigos con Nabil Fekir, teniendo en cuenta que ambos coincidieron durante algunos años en el Olympique de Lyon, podría decirse que la estrella bética jugó algo mejor que el delantero del Barça. No porque fuese trascendente en el resultado, sino porque su toma de decisiones sobre el terreno de juego fue más acertada que la de su excompañero.
Acelerado y falto de precisión
A Memphis se le vio intenso durante el primer tiempo, pero también algo alocado. En ocasiones se fue él solo a la guerra con la defensa rival, perdiendo balones y generando jugadas con poco peligro para la portería local. Protagonizó algún que otro disparo partiendo desde la banda izquierda hacia el centro, pero sin ocasionar demasiados problemas a un Betis que supo mantenerle a raya.
Fekir, en cambio, se convirtió por momentos en una pesadilla para el FC Barcelona. De sus botas nacieron jugadas muy peligrosas del Betis, y algunas de ellas tuvieron que ser repelidas en el último momento por Ronald Araujo o Neto Murara, portero circunstancial debido a la baja de Ter Stegen.
Memphis quiere convencer a Xavi
Al final, los caminos de Memphis y Fekir se separaron cuando el primero fue relevado del campo para dar entrada a Pierre-Emerick Aubameyang en el segundo tiempo, pocos minutos antes de que Xavi renovase toda la delantera introduciendo también a Ansu Fati y Adama Traoré por Ferran Torres y Dembelé.
El Barça acabó llevándose los tres puntos gracias a las dianas de Ansu y Jordi Alba, y Memphis no cuajó su mejor actuación pero tampoco desentonó. Al neerlandés le faltó un punto de tranquilidad y de precisión, algo entendible dadas sus ganas de completar buenos partidos para convencer a Xavi de que tiene sitio.
Si seguirá o no en el equipo de cara a la próxima campaña 2022-23, todavía es un misterio. Dependerá de los planes de Laporta y Alemany en el mercado de fichajes. Y, sobre todo, de lo que decida un Xavi que siempre tendrá la última palabra. Él se quiere quedar, ya lo ha dejado claro.