Esta vez, la venganza se sirvió fría. Después de que el Betis hubiese ganado 0-1 en un asequible Camp Nou esta temporada, los de Xavi querían la revancha venciendo a los verdiblancos a domicilio, y lo lograron en el último instante. El golazo de Ansu Fati en la segunda mitad fue respondido por un cabezazo inapelable de Marc Bartra, generando así un empate momentáneo que acabó rompiendo Jordi Alba con un voleón en el descuento. El Barça, con el triunfo, ya está clasificado matemáticamente para la próxima edición de la Champions League, y además mantiene la segunda posición en la tabla de Liga con la opción de ampliar las diferencias en función de lo que haga el Sevilla contra el Villarreal. Los blaugrana querían la victoria, y se luchó hasta el final. Deberes hechos a pesar de haber sufrido en otro partido gris del equipo culé.
Ocasiones para ambos equipos
El Barça es un club señor y, como tal, brindó al beticismo un bonito homenaje al realizar el pasillo a los jugadores de Pellegrini. Los culés aplaudieron y chocaron las manos con los ganadores de la Copa del Rey 2021-22, en un gesto de deportividad que debería ser imitado por todos. Ya con la pelota rodando por el césped del Benito Villamarín, a los culés no les fue fácil tener el control de la posesión en los primeros compases del partido. El Betis recuperó balones gracias al buen repliegue defensivo y la inspiración de Guido Rodríguez. En el minuto seis, Juanmi recibió un pase en profundidad y dejó el susto en el cuerpo a Neto, tras una internada en el área de Neto que fue mal defendida por Araujo y Éric García, y que pilló a Dani Alves fuera de sitio. Los verdiblancos siguieron apretando en los minutos posteriores, y el Barça se vio obligado a incrementar el ritmo del juego para igualar las fuerzas.
Con bajas destacadas como Piqué y Ter Stegen, además de una delantera sin Aubameyang y con Ferran Torres actuando de falso nueve junto a Memphis y Dembelé en los costados, al equipo de Xavi le costó entrar en el partido y acercarse a la portería de Claudio Bravo. Dembelé se sacó de la manga un centro muy peligroso al que no llegó Ferran por poco en el minuto 10, y apenas dos minutos después el francés volvió a sembrar el pánico en el área del chileno. Profundidad, llegada hasta la línea y centro tenso y colocado que tuvo que despejar el portero como pudo, llegando a tocar un defensor del Betis que estuvo a punto de meterse el balón en propia meta. Al final, los locales despejaron el peligro y, con las dos primeras internadas en área contraria, el Barça pareció despertar. El cuadro andaluz siguió llegando con demasiada facilidad, y la precisión de Canales provocó que los culés tuviesen que achicar centros y ceder saques de esquina.
Memphis y Fekir, duelo de viejos amigos
Por desgracia para Pellegrini, al cuarto de hora de partido tuvo que realizar su primer cambio obligado debido a la lesión de Bravo, que dio entrada a Rui Silva. En la primera en la que le exigieron, Rui Silva salvó al Betis. Y es que Ronald Araujo le puso a prueba con un remate perfecto a la salida de un córner, y el arquero portugués tiró de reflejos felinos para rozar la pelota y provocar que se estrellara en el travesaño. Primera oportunidad realmente clara del FC Barcelona, aunque en los minutos posteriores el conjunto culé siguió acercándose con Memphis y Dembouz muy activos en las bandas. Y el Betis, pese a las llegadas blaugranas, no se achantó. Los de Pellgrini tuvieron una doble ocasión con palo incluido de Nabil Fekir, y el estirón de los béticos vigorizó a una afición muy caliente en el Villamarín. El estadio empezó a convertirse en una caldera contra el Barça, a protestarlo todo y a llevar en volandas a su equipo.
Aun así, el Barça no se inmutó y siguió a lo suyo. Memphis Depay, uno de los culés más inspirados en la primera mitad, protagonizó un disparo esquinado que obligó a otra intervención de Rui Silva, generando murmullos de inseguridad entre los aficionados locales. Durante los últimos minutos del primer acto, sin embargo, el Barça bajó la intensidad y el Betis lo aprovechó para generar acercamientos cada vez más peligrosos. La presión alta de Guido, en el minuto 42, provocó una pérdida imperdonable de balón de Ferran Torres cerca del área de Neto, que a punto estuvo de crear serios problemas. Por suerte, el silbato de Mateu Lahoz acudió al rescate para pitar una discutible falta por agarrón del argentino sobre el valenciano. Así, con el partido muy equilibrado y situaciones de gol para los dos, los jugadores de Barça y Betis se marcharon temporalmente a los vestuarios.
Más intensidad y amago de lesión
A la vuelta tras el descanso, el FC Barcelona subió una marcha la intensidad y también la presión ofensiva, recuperando balones arriba y permitiendo más acercamientos a la portería de Rui Silva. En uno de ellos, Ousmane Dembelé protagonizó una galopada por la banda derecha, aunque algo centrado, que acabó con un disparo potente y colocado que por muy poco no acabó significando el primer tanto del partido. La igualdad no se deshizo en el marcador, sin embargo, y a la hora de partido una situación inesperada cortó el ritmo intenso del Barça. Fue el amago de lesión de Jordi Alba, que tras un choque con Canales se dolió visiblemente de la parte lumbar de la espalda. Pareció en primera instancia que no podría continuar, pero finalmente logró sostenerse sobre el césped y Xavi anuló el cambio de Lenglet. Sí dio entrada el egarense a Aubameyang por Memphis, devolviendo a Ferran Torres a la banda izquierda.
Tras la leve interrupción por la molestia de Jordi Alba, el Betis lo aprovechó para meter el miedo en el cuerpo al Barça con diversos acercamientos peligrosos. En uno de ellos, con pase de la muerte de Alex Moreno, Juanmi estuvo a punto de marcar. Solo la intervención salvadora de Neto evitó la diana, de la misma forma que lo hizo unos minutos después Araujo al tirarse para desviar otro disparo peligroso del delantero bético. A falta de un cuarto de hora para el final, Xavi siguió moviendo el banquillo al ver que el panorama no cambiaba, y decidió dar entrada a Ansu Fati y Adama Traoré con un doble cambio, relevando a Dembelé y Ferran Torres para oxigenar completamente el frente de ataque.
Ansu y Jordi Alba ganan el partido
Aubameyang había protagonizado algún disparo ligeramente desviado en los minutos anteriores, y Xavi creyó que aportando más frescura en ataque podría encontrar el camino del gol. Con el paso de los minutos, el Barça recuperó el control absoluto del partido y el Betis volvió a echarse ligeramente hacia atrás, aunque sin perder la cara a posibles contragolpes. Mala decisión, porque no tardó nada Ansu Fati en volver a ver puerta después de muchos meses en el ostracismo. Lleva tres meses parado, y en su segunda aparición tras volver de su lesión, Ansu volvió a demostrar que ve la portería más grande que el resto de los mortales. Control maravilloso del joven delantero culé y disparo raso, a contrapié para el guardameta del Betis, logrando así el primer tanto del partido. Engañó a todo quien se puso por delante y, pese a la nube de piernas a la hora de armar el disparo, nadie pudo evitar la diana.
Pero cuando el Barça aún estaba celebrando prácticamente la diana de Ansu, el Betis logró el empate a balón parado. Gran centro de Fekir y remate perfecto de Marc Bartra, con un cabezazo inapelable para Neto Murara. El exazulgrana cogió el balón y se lo llevó al centro del campo, sin celebrar el gol, justo antes de que Gavi fuese sustituido entre pitidos para dar entrada a Riqui Puig. El público del Benito Villamarín no dudó en silbar e insultar al canterano culé, con pasado en el equipo verdiblanco cuando era niño. El caso es que el Betis se animó en los minutos finales, y Borja Iglesias protagonizó un nuevo remate de cabeza que se fue desviado por muy poco. Antes de que Mateu Lahoz señalase el pitido final, el Barça, que parecía que iba a marcharse sólo con un punto en la mochila, logró los tres gracias a un voleón imparable de Jordi Alba en el descuento, tras un centro de Dani Alves desde la banda contraria. Victoria al límite y, ya con el equipo en Champions League, a seguir sumando en las próximas jornadas.