Las dudas rondan en la mente de Xavi Hernández. No solo por el duro reto que debe afrontar en el FC Barcelona con los malos resultados obtenidos en los últimos días, sino también por los nuevos fichajes que van a reforzar al conjunto azulgrana en el mercado de verano. En concreto se trata de Andreas Christensen y Franck Kessié, dos jugadores que tiene atada la directiva de Laporta, pero que no aseguran un salto de calidad significativo en la plantilla culé.
Dos jugadores que generan dudas
El caso de Christensen es el que más incógnitas genera dentro del propio cuerpo técnico. Se trata de un futbolista con una buena técnica y que ha tenido tramos de protagonismo con el Chelsea de Thomas Tuchel. Sin embargo, sus recientes actuaciones están generando preocupación, especialmente por los groseros errores que ha cometido en defensa. En este sentido el Barça espera que el central danés pueda ayudar a la primera línea, pero no parece que pueda ser un cambio notable con los jugadores que actualmente hay en el equipo.
Por otra parte, Kessié es otro perfil que no convence excesivamente. Es un jugador con una regularidad destacable, sobre todo por sus buenos registros con el AC Milán, además de su adaptación a varios roles. Las dudas en este caso se dan porque no parece ser un perfil que pueda marcar muchas diferencias en la mitad de cancha, aunque sí es cierto que dará una alternativa con respecto a los jugadores disponibles en esas posiciones.
Las prioridades de Xavi
Las últimas semanas han permitido a Xavi Hernández conocer a detalles cuáles son las zonas más débiles del FC Barcelona. Hay varias prioridades que tiene en mente el de Terrassa, siendo la más importante la incorporación de un atacante de peso. Uno de los grandes candidatos es Robert Lewandowski, aunque el club azulgrana tendrá que hacer un esfuerzo para darle encaje al polaco o cualquier otro delantero.
Del mismo modo, el egarense también quiere reforzar la línea defensiva con jugadores de calidad, especialmente en la zona de los laterales. Ambos costados de la defensa han representado un gigantesco problema para el Barça, por lo que el objetivo es fichar a futbolistas que puedan ofrecer una mayor fiabilidad con y sin balón.