El Barça de Xavi se parece otra vez al Barça de Koeman. Tras el subidón de febrero y marzo, el equipo se apaga en abril. El buen fútbol y la dinámica ganadora han sido sustituidos por un fútbol mucho más industrial y pragmático.
Los fichajes de Dani Alves, Ferran Torres, Adama Traoré y Aubameyang tuvieron un impacto muy positivo en el Barça. El cénit fue el 0-4 del Bernabéu. A partir de entonces, el equipo ha perdido intensidad y deseo. Y fútbol. Mucho fútbol.
Sin velocidad ni ritmo
El Barça actual solo funciona a pleno rendimiento. Con la máxima presión. Si el equipo levanta el pie del acelerador se vuelve vulgar. Sin velocidad ni ritmo es muy previsible. Pasaba con Koeman y pasa ahora con Xavi.
Los últimos partidos del Barça han sido flojos. Sobre todo los dos del Eintracht. Tampoco jugó bien el equipo contra el Levante, el Cádiz y la Real Sociedad.
Elabora menos
El Barça ha entrado en una dinámica negativa. De confusión. De inseguridad. El equipo elabora menos y abusa de los centros a Aubameyang y Luuk de Jong. Todo es muy previsible. Fácil de contrarrestar para los rivales.
Xavi es el primero en asumir que el Barça debe mejorar. Recuperar sus señas de identidad. Y acabar segundo en la Liga. Un triste consuelo para un temporada que acabará sin un título.