El Barça sobrevivió en Anoeta. Tocado por las derrotas ante el Eintracht y el Cádiz, el equipo azulgrana tiró de orgullo para ganar a la Real Sociedad y retener la segunda plaza en la Liga tras otro mal partido. Un gol de Aumabeyang alivió las penas barcelonistas en un momento crítico para todos los estamentos del club.
En Anoeta, Xavi se la jugó con su mejor equipo. Tras las derrotas contra el Eintracht y el Cádiz, el técnico de Terrassa no estaba para experimentos y mucho menos con la baja, por lesión, de Pedri.
La Real presiona muy arriba
La Real salió revolucionada, presionando muy arriba, hombre a hombre, y con un fútbol muy vertical. Imanol quería incomodar a un Barça dubitativo, que proponía un juego más pausado y combinativo, entregado a Dembelé para agitar el buen orden realista.
Un remate al poste de Dembelé anticipó el gol de Aubameyang, que cabeceó un meritorio centro de Ferran Torres, a los 10 minutos. El gol azulgrana llegó con una Real volcada sobre la portería de Ter Stegen. A partir de entonces, el Barça interpretó mejor el partido y encontró muchos más espacios.
El Barça estira las líneas
La Real, en cambio, se atacó. Tardó mucho tiempo en asimilar el gol de Aubameyang, incómodo cuando el Barça estiró las líneas, más dubitativo en la construcción el grupo blanquiazul. Frenkie de Jong, Ferran y Aubameyang, de nuevo, pudieron ampliar la renta barcelonista en la primera parte. Los donostiarras, menos productivos, pudieron empatar en un remate de Isak. La peor noticia para el Barça fueron las molestias musculares que sufrió Piqué en la pierna izquierda.
El segundo acto comenzó con una Real más clarividente y un Barça demasiado precavido. Piqué aguantó con molestias. Araujo, en cambio, se retiró lesionado a los 55 minutos, siendo sustituido por Eric García. Alves, con problemas físicos, también fue sustituido por Dest.
Ter Stegen, acertado
Ter Stegen frustró a Sorloth cuando más apretaba la Real y el Barça estaba mucho más preocupado por protegerse que de atacar la portería de Remiro. El equipo azulgrana perdió el control del partido, incapaz de darle continuidad a la pelota, y Xavi pedía más intensidad y cabeza a sus futbolistas en Anoeta.
El Barça apretó los dientes y Gavi tuvo la sentencia, pero enfocó mal con todo a su favor para marcar. El error prolongó la agonía azulgrana ante una Real sin pegada, que se aleja ya mucho de la Champions. El equipo de Xavi, en cambio, está más cerca de logar su objetivo de mínimos. En Anoeta, en otro mal partido, ganó y gracias.