El Barça de Xavi se apaga. Ya no va como una moto. Al contrario. Sus arranques son decepcionantes. Tarda mucho el equipo en coger la velocidad de crucero y suma ya cinco partidos sin marcar un gol en las primeras partes. 

De la suficiencia al sufrimiento. De la victoria a la derrota. El Barça de Xavi se parece otra vez al Barça de Koeman, un equipo espeso, sin ideas, sin chispa ni tensión. En las últimas semanas, el Barça está fundido. O eso parece.

Eintracht más intenso

Los primeros síntomas se detectaron en el partido contra el Sevilla. El Barça jugó muy bien, pero fue de menos a más. Mucho más acusado fue el lento despertar del equipo en Frankfurt, donde el Eintracht jugó con más intensidad. 

Sergiño Dest, marcando una jugada de Lucas Pérez, en el Barça-Cádiz / EFE

Sergiño Dest, marcando una jugada de Lucas Pérez, en el Barça-Cádiz / EFE

El Barça tampoco marcó en la primera parte en el campo del Levante, que se adelantó en el marcador. Un gol de Luuk de Jong en el último minuto dio la victoria a los barcelonistas.

Reacción a la desesperada

El partido de vuelta de la Europa League retrató otra vez la caída del Barça. Su primera parte fue muy decepcionante. El Eintracht se adelantó con dos goles. El grupo azulgrana solo reaccionó al final. A la desesperada.

El lunes, contra el Cádiz, el Barça estuvo muy apagado. Solo Dembelé encaraba a los defensas rivales. El Cádiz ganó gracias a un gol de Lucas Pérez en el minuto 47 y Xavi pidió a sus futbolistas que reaccionaran y se levantaran. El final de la Liga se le puede hacer muy largo al equipo. Y la afición, en apenas una semana, ha pasado de la ilusión de ganar un título a la nada.