Que se avecinan cambios en la plantilla del FC Barcelona de cara al próximo verano es algo ya sabido, pero lo cierto es que algunas de esas variaciones podrían no agradar del todo al barcelonismo. La dirección deportiva de Mateu Alemany y Jordi Cruyff está barajando todos los escenarios, y de ahí que maneje una amplia lista de posibles objetivos para garantizar el equilibrio en el equipo de Xavi pese a las bajas que puedan darse.
Una de ellas podría ser la de Ronald Araujo. El Barça aún no ha conseguido sellar su renovación, y al acecho esperan su oportunidad algunos grandes clubes de Europa dispuestos a triplicar y cuadriplicar el salario actual del joven central uruguayo. Este jueves salió a la luz una cumbre entre el club azulgrana y el representante de Antonio Rüdiger, quien termina contrato en el Chelsea en junio de 2022 y podría convertirse en un refuerzo de lujo para la zaga defensiva, siempre y cuando el charrúa acabe abandonando definitivamente el Camp Nou.
Alternativa a la marcha de Araujo
Cabe señalar que los de Araujo y Rüdiger son perfiles muy parecidos de defensor central, al tratarse de jugadores físicos y contundentes. En el caso de hacer las maletas el uruguayo, el Barça tendría que ir a por un futbolista similar, y es por ello que se mantienen los contactos abiertos con posibles relevos que encajen en la voluntad azulgrana. Más allá de que se maneje Plan B y Plan C, lo cierto es que la prioridad culé sigue siendo la renovación de Araujo.
Para que eso suceda, eso sí, el futbolista deberá amoldarse a los topes salariales que impone el club, con Pedri González y Ansu Fati como grandes referencias. Rüdiger, por su parte, aspira a cobrar nueve millones de euros netos, según reveló recientemente el periodista especializado Fabrizio Romano. Un sueldo demasiado alto para lo que prevé gastarse el FC Barcelona, pero que tendría el condicionante positivo de no tener que pagar coste de fichaje para asegurarse la llegada del central alemán, de 29 años.
Con la mira puesta en el Chelsea
Por ahora, la dirección deportiva del club azulgrana ya ha logrado cerrar la incorporación de Andreas Christensen, quien también finaliza vinculación con el Chelsea y aterrizará en el Camp Nou con la carta de libertad. A la vez que se tantea el terreno con Rüdiger, el Barça está igualmente atento al futuro de César Azpilicueta, en la misma situación contractual y con el deseo, en principio, de regresar a España tras más de una década en Inglaterra.
Desde el club presidido por Joan Laporta se están guardando las espaldas, en este sentido, a fin de evitar que los posibles traspasos desequilibren y resten nivel a la plantilla. Una hipotética venta del uruguayo generaría un gran beneficio para las arcas culés, teniendo en cuenta lo poco que se pagó en su día para que llegase procedente de Uruguay, a cambio de los 35-40 millones que se podrían ingresar por él. La voluntad inicial del Barça, como ya se ha recalcado, es la de renovar al futbolista charrúa y que siga muchos años más en la entidad.