El Barça todavía tiene licencia para soñar con la Europa League. El equipo de Xavi Hernández apagó del infierno de Estambul en un partido de alta tensión que se le complicó al principio y resolvió con la magia de Pedri y la pegada de Aubameyang. A la espera de conocer su próximo rival en Europa, el grupo azulgrana llega al clásico del Bernabéu en un buen momento para desafiar al Real Madrid y reforzar su autoestima.
Xavi quería un Barça dominador, con una buena salida del balón, y prescindió de Araujo en el equipo titular en beneficio de Eric García, un defensa que divide mucho mejor y más solvente en la construcción. En punta también apostó por Adama y reservó a Dembelé, un futbolista que hace tres años tenía un valor de mercado de 120 millones de euros y ahora solo de 30 millones.
Primera ocasiones
El partido comenzó a todo ritmo, con dos equipos en busca del gol, sin especular. El Galatasaray pudo marcar pirmero en una acción de Gomis que frustró Alba. Poco después replicó el Barça, con una jugada muy bien elaborada entre Aubameyang y Busquets, pero Frenkie de Jong enfocó mal y remató desviado.
Marcao se adelanta a Ferran y marca para el Galatasaray / EFE
El Barça tenía más la pelota y el Galatasaray era más vertical. El continuo intercambio de golpes no le convenía al grupo azulgrana, que poco a poco asumió menos riesgos en el pase para eviar las contras turcas. Con el balón, el Barça se encontraba cómodo, más activo por la derecha. Sin él, sufría demasiado. Y el grupo de Xavi le puso un poco de pausa al partido.
El despiste de Ferran
El Galatasaray aguardó su momento y sacó petróleo en un saque de esquina que cabeceó Marcao cuando más controlado parecía el partido para el Barça. El despiste de Ferran penalizó al grupo de Xavi, contra las cuerdas en Estambul.
El Barça se encontró con el peor escenario posible. Más productivo por la banda derecha (Adama) que por la izquierda (Ferran), las dudas regresaron al equipo azulgrana, que chocaba con el muro turco y al que siempre intentó rescatar Pedri, autor de un gol sublime cuando pintaban bastos.
Pedri, antes de marcar el gol del empate del Barça / EFE
Dembelé y gol de Aubameyang
Tras el gol de Pedri, Galatasaray y Barça firmaron un pacto de no agresión hasta el descanso que casi dinamitó Aubameyang con un cabezazo al travesaño en el último suspiro.
En el descanso, Xavi dio entrada a Dembelé por Adama para resquebrajar a la defensa otomana. Quería más profundidad y desequilibrio el técnico azulgrana y todos sus planes salieron a la perfección con el temprano gol de Aubameyang, que batió a Iñaki Peña tras dos despejes iniciales del portero alicantino. El delantero de Gabón, un delantero con mucho oficio, suma ya siete goles con el Barça.
Aubameyang marca el segundo gol del Barça / EFE
El Galatasaray, al límite
El gol de Aubameyang dejó muy tocado al Galatasaray, al límite físicamente. En el Barça la única noticia mala fue la lesión muscular de Dest, muy acertado en Estambul, que fue sustituido por Araujo. Al equipo azulgrana le interesaban las posesiones largas y optó por defenderse con la pelota, muy al gusto de Xavi, para rebajar el ímpetu turco.
El Galatasaray, muy limitado en la elaboración, nunca se rindió ante un Barça que acabó con Gavi, Lenglet y Memphis en el campo, amenazado únicamente por la velocidad de Akturkoglu, que no supo resolver un mano a mano con Ter Stegen.
El Barça, con mucho más empaque, cumplió en Estambul y ya está en los cuartos de final de la Europa League tras otra noche maravillosa de Pedri, el futbolista que mejor retrata el resurgir azulgrana.