El Barça encalla. Otra vez. El día que creyó que era muy superior a un Galatasaray decadente, el equipo de Xavi regresó a la cruda realidad, la que recuerda que está a 15 puntos del Real Madrid en la Liga y eliminado de la Champions, la Copa del Rey y la Supercopa. En la Europa League, el Barça también está contra las cuerdas y necesitará otra gesta en Estambul para evitar un curso horrible. En apenas una semana, los barcelonistas han pasado de la ilusión al desencanto.
La Europa League es el gran reto del Barça. No le queda otra al club para salvar una temporada con muchas turbulencias que ha certificado su salida de la élite continental. No obstante, Xavi reservó a futbolistas clave como Piqué, Sergio Busquets y Aubameyang para enfrentarse a un Galatasaray en horas bajas, a 32 puntos del Trabzonspor, y con Domènec Torrent como solución de emergencia.
Iñaki Peña
El partido fue un monólogo azulgrana, con Adama pegado a la banda derecha, muy activo en el uno contra uno contra un Galatasaray muy replegado y protegido en la portería por Iñaki Peña. El portero alicantino, formado en la Masia, regresará en verano al Camp Nou, tal vez como recambio ya de Ter Stegen si se confirma la salida de Neto.
El Barça tuvo el balón, pero le faltó intensidad y descaro. Parecía que el equipo jugaba con el freno de mano puesto, sin la chispa que tuvo en Nápoles, sin morder arriba cuando perdía la pelota y con muy poca sutileza. El juego era monótono, aburrido, salvado por alguna genialidad de Pedri y un libre directo ejecutado por Memphis que despejó Iñaki Peña.
El aviso del Galatasaray
Destensado como estaba el Barça, el Galatasaray se animó y pudo marcar con una acción individual de su futbolista más prometedor, Akturkoglu, que desvió Eric García ante la pasividad de sus compañeros. Poco, muy poco hizo el grupo azulgrana en una primera parte en la que Frenkie estuvo muy apocado como mediocentro.
A Xavi le tocó intervenir en el descanso y lo hizo con un triple cambio. Piqué, Sergio Busquets y Dembelé entraron por Araujo, Nico y Ferran con el objetivo de agitar el partido e incomodar al Galatasaray, hasta entonces muy cómodo en el campo.
Problemas para los turcos
El Barça, más autoritario, intensificó su acoso ante un Galatasaray que que se aguantaba con pinzas. Resistía como podía el equipo de Torrent y los barcelonistas buscaban un golpe letal para tumbar a los turcos con la entrada de Aubameyang por Memphis, protagonista a principios de temporada y actor secundario en los últimos meses.
Con muchas prisas y poco tino, el Barça insistió hasta el final, ya fuera con una acción individual de Dembelé, con un remate de Frenkie al poste o con una acción salvadora de Luuk de Jong, la mejor habitual cuando las cosas pintan muy mal. Contra el Galatasaray, sin embargo, el Barça volvió a la mediocridad y se estrelló en el Camp Nou.