Ousmane Dembelé ha regresado a la titularidad. Después de todo el culebrón vivido con él hace unos meses parece que Xavi Hernández sigue confiando. En el partido frente al Elche no se ha visto su mejor versión, eso está claro. Sin embargo ha tenido algún que otro chispazo.
El extremo francés es el jugador más anárquico del equipo. A veces eso es bueno, ya veces eso es malo. Es un arma de doble filo. Cuando Dembelé se sube a su moto es imparable, pero ni sus propios compañeros saben que va a hacer.
Dembelé va solo
En el Martínez Valero ha estado en su línea. Es el jugador más desequilibrante pero también el que más anarquía genera en el juego del equipo. Es más difícil ver la mejor versión de Pedri con Dembelé a su lado, ya que el canario no logra asociarse con el francés.
Dembelé en una jugada individual durante el Elche Barça / FCB
En algún momento del partido Dembelé ha cogido el toro por los cuernos y ha iniciado jugadas por banda derecha que han acabado en la otra banda y viceversa. No ha encontrado un socio. Esto es debido a que el extremo muchas veces juega solo. Lo que a él le gusta es encarar y centrar o disparar.
Poco protagonismo de Dembelé
En el partido contra el Elche no ha conseguido generar mucho peligro. Excepto dos o tres centros puestos al área y algún que otro disparo desde fuera del área, el francés no ha hecho gran cosa. Tal vez Xavi decida que lo mejor para él y para el equipo es que sea revulsivo.
Dembelé rinde más cuando sale del banquillo que cuando es titular. El Barça es un equipo desequilibran te, pero también un conjunto al que le gusta tocar el balón. Cuando Ousmane tiene el esférico en su poder el partido se vuelve loco.
Finalmente el jugador más decisivo ha sido Ferran Torres, que gracias a su gol el Barça pudo empatar el partido para posteriormente remontarlo.