El FC Barcelona jugó un impecable partido coral este jueves en Nápoles, donde rindió homenaje a Diego Armando Maradona en el estadio que lleva su nombre. Los de Xavi protagonizaron la actuación más completa de la temporada 2021-22, marcaron cuatro goles más (igual que en Mestalla) y dejaron una sensación general de ilusión en el barcelonismo. Ter Stegen, sin embargo, seguro que se marchó de San Paolo con una sensación agridulce.
Un error de cálculo
El arquero alemán siempre es valiente cuando tiene que salir de su área para interceptar balones en largo, pero esta vez se pasó de frenada. Al filo de la media hora de partido, cuando el Barça dominaba claramente el juego y el marcador con un 0-2 superlativo, Ter Stegen dio vida al Nápoles al arrollar a Oshimen en el interior del área azulgrana.
El delantero senegalés se desmarcó a la perfección y empezó a correr para llegar a la pelota que le había puesto uno de sus compañeros. Ter Stegen creyó que llegaría a tiempo para despejar, pero no fue así por cuestión de décimas de segundo y, de una jugada en la que Oshimen apenas tenía opciones de peligro, acabó sacando oro. El africano se dejó caer al notar el contacto con la pierna del germano y el colegiado, que dudó en primera instancia, acabó señalando la pena máxima a favor de los napolitanos.
El Barça, unido, celebrando el triunfo contra el Nápoles en la Europa League / FCB
Una dosis de esperanza en mitad del vendaval de juego que estaban imponiendo los de Xavi. A Insigne no le tembló el pulso y batió a un Ter Stegen que hizo la estatua en el penalti. En otra época el Barça hubiese acabado recibiendo el empate antes de la media parte, pero en vez de ello se rehizo y sentenció el primer tiempo con el 1-3, obra de un Gerard Piqué sorprendentemente acertado en el área de Meret.
Ter Stegen, obligado a mejorar
El caso es que Ter Stegen, que había acrecentado la tensión con los medios de comunicación en la previa del partido, hincó la rodilla y justificó, muy a su pesar, las críticas que se han vertido sobre él esta temporada. "Os gusta echar gasolina al fuego", llegó a decir ante los periodistas. Esta vez, fue él quien vertió un bidón de gasolina al incendio que le rodea.
Necesitará el alemán varias buenas actuaciones, en los próximos partidos, para recuperar no sólo su propia confianza sino también la de todo el barcelonismo. Sigue siendo un intocable para Xavi Hernández, y se prevé que así sea durante lo que resta de la temporada 2021-22. Pese a todo, es consciente de que su nivel no es el mismo que en anteriores campañas, y que debe mejorar para estar a la altura del equipo. Sobre todo de un conjunto que, definitivamente, parece haber alzado el vuelo.