El Barça, decepcionante en Cornellá. Los de Xavi Hernández dieron un paso atrás en el derbi barcelonés ante un Espanyol que, en varios tramos del partido, fue mejor que el Barça. El equipo azulgrana estuvo a punto de perder por primera vez en el nuevo feudo perico, y unicamente un gol de Luuk en las postrimerías del encuentro salvó un punto de oro, tras las dianas iniciales de Pedri, Darder y Raúl De Tomás. Con el punto, los culés siguen cuartos empatados a 39 puntos con el Atlético, mientras que el Espanyol continúa en la decimotercera posición.
Varios jugadores culés no estuvieron a la altura (Ferran, Eric, Dest y Frenkie entre ellos), y el baño perico llegó a ser considerable en la última media hora de partido, tras la diana de Raúl De Tomás que confirmaba la remontada blanquiazul y, también, el salto hacia atrás del Barça. Las peores noticias, además del empate culé, fueron la enésima lesión de Ronald Araujo y la expulsión de Gerard Piqué, que no estará en Mestalla.
El gol de Pedri, un espejismo
Se había especulado con la posibilidad de que Xavi Hernández cambiase de sistema ante la baja de Dani Alves, pero finalmente el de Terrassa decidió dar un voto de confianza a Sergiño Dest e incluirle en la alineación titular del derbi. El estadounidense ya había tenido minutos en algunos duelos anteriores (como frente al Alavés), y este domingo volvió a saltar sobre el césped junto a un once casi idéntico al de la semana pasada contra el Atlético.
Con Gavi, Adama y Ferran Torres de tridente ofensivo, el Barça empezó como mejor se puede empezar un partido de semejante talla: marcando. En la primera aproximación del choque, Jordi Alba se sacó de la chistera un centro perfecto para que Pedri, llegando desde segunda línea con la defensa perica desorganizada, marcase a placer con un toque sutil y anotase su segundo tanto en lo que va de temporada.
Pedri, marcando el primer gol contra el Espanyol en Cornellá / FCB
Intensidad, piques y falta de ocasiones
Las gradas de Cornellá-El Prat intentaron rehacerse del golpe animando a los suyos, silbando a Gerard Piqué cada vez que tocaba el balón y realizando alguno de esos cánticos que es mejor no reproducir. El caso es que, ni siquiera a base de faltas para interrumpir el juego, los locales lograron distorsionar demasiado el fútbol control del Barça, que jugó con inteligencia durante los primeros minutos de la contienda.
Si bien es cierto que el equipo azulgrana generó más sensación de peligro que el Espanyol en la primera media hora, no podría decirse que uno de los dos conjuntos fue muy superior al otro en cuanto a ocasiones generadas. Lo que sí hubo fueron rifirrafes continuos entre Ferran Torres, Keidi Bare, Piqué y Darder, entre otros, sobre todo después de un patadón durísimo de Keidi contra la pierna de Araujo. Se estuvo doliendo durante un par de minutos el central uruguayo, pero por fortuna la entrada del espanyolista, que le costó la amarilla (era más bien naranja), no tuvo consecuencias graves para el azulgrana.
Sergi Darder, conduciendo el balón mientras Pedri le defiende / EFE
Adama la tuvo y Darder empató
Adama Traoré no recibió suficientes balones en la banda derecha como para desbordar, pero aun así dispuso de una oportunidad clara cuando, en el minuto 36, disparó con potencia desde el balcón del área. El desajuste defensivo de los pericos fue solventado por un paradón con el pecho de Diego López, que estuvo rápido a la hora de achicar espacios. Ferran Torres remató de cabeza en la jugada inmediatamente posterior, pero el balón salió desviado.
Justo cuando mejor estaba el Barça, por desgracia, llegó el gol del empate. Sergi Darder, haciendo gala de su mejor virtud, marcó un golazo con rosca desde fuera del área. Fue una jugada aislada, y gestada gracias a un Raúl De Tomás que protegió y controló el esférico al borde del área, viendo cómo Darder llegaba desde segunda línea para pasarle la pelota y permitir que éste, con un disparo desviado ligeramente por Pedri, pulverizase a Ter Stegen. El Barça subió la intensidad en los últimos minutos del primer acto, aunque ya no dio tiempo a que el electrónico volviera a moverse antes del descanso.
Adama Traoré, durante el partido contra el Espanyol en Cornellá / FCB
El segundo tiempo empezó con malas noticias. Ronald Araujo tuvo que ser sustituido por Eric García, y el club no tardó en informar a través de un comunicado que el relevo se produjo por unas molestias en el sóleo de la pierna izquierda. El charrúa, en este sentido, se someterá a pruebas médicas este lunes para conocer el alcance de dichas molestias, que esperemos no le impidan jugar el jueves ante el Nápoles en la UEFA Europa League.
En lo que respecta al juego, una acción extrañísima y aparatosa dio lugar al segundo gol del partido, obra de Gavi. Al menos eso fue lo que pareció en primera instancia, porque un minuto después el colegiado Hernández Hernández anuló la diana ayudado por el VAR, al comprobarse que había fuera de juego previo de Frenkie de Jong. Gavi se había besado el escudo durante la celebración, provocando la ira de los aficionados pericos, pero la mala suerte se cebó con él al no poder confirmar el que habría sido su segundo gol consecutivo en esta Liga.
Adama, cabizbajo tras el segundo gol del Espanyol / EFE
Luuk salvó al Barça del ridículo
El Barça movió el banquillo de nuevo a la hora de partido, dando entrada a Aubameyang por Frenkie y situando a Gavi en su posición natural, la de interior. Poco después, sin embargo, llegó el segundo jarro de agua fría. Un pase en profundidad se coló entre Sergiño Dest y Eric García, flojísimo en la marca, con Raúl De Tomás aprovechando el desajuste para batir a Ter Stegen en el mano a mano, tras un control previo de mucha categoría. De esta forma, el cuadro perico confirmó la remontada y puso contra las cuerdas a un Barça con demasiadas imprecisiones a nivel defensivo.
Xavi, a la desesperada, dio entrada a Nico y a un Dembelé que llevaba dos meses sin jugar. Y, justo antes de que eso sucediera, Ferran Torres protagonizó un remate de cabeza que se marchó desviado por poco, sin que Adama llegase a tiempo para salvar el saque de puerta. Luuk de Jong entró en los últimos minutos por Pedri, justo antes de rescatar a un Barça decepcionante en Cornellá. Para colmo, Gerard Piqué y Nico Melamed se ganaron una doble expulsión al encararse sobre el césped, lo que impedirá que el central culé esté el próximo domingo en Mestalla para jugar ante el Valencia.
La cuestión es que los culés volvieron a demostrar, una semana después del brillante partido ante el Atlético, que son capaces de lo mejor y de lo peor esta temporada. Tan sólo el golazo de cabeza de Luuk de Jong en el último minuto, a centro de Adama, salvó los muebles para un Barça que vuelve a quedarse fuera de la zona Champions. Queda mucho trabajo por delante... Y las sensaciones son las peores posibles justo antes de recibir al Nápoles en el Camp Nou.