Ousmane Dembelé volvió a jugar con el Barça. Xavi Hernández le levantó el castigo cuando pintaban bastos en el derbi, con su equipo perdiendo por 2-1 ante el Espanyol, pero el delantero francés intervino poco en el juego y apenas arriesgó en el uno contra uno. El gol salvador, que evitó una humillación histórica, lo fabricó Adama Traoré y lo firmó Luuk de Jong.
Xavi quiso que Dembelé regresara lejos del Camp Nou para evitar una bronca monumental en el Camp Nou. Y escogió un momento muy delicado para dar entrada al futbolista internacional. El Barça, horroroso, perdía contra un Espanyol que no es nada del otro mundo. Y la derrota era de las que dolía, por tratarse del rival ciudadano (o metropolitano) y porque el equipo azulgrana nunca había perdido en Cornellà-El Prat en partido de Liga.
Entra por Jordi Alba
En el minuto 71, Xavi, desesperado, movió ficha. El técnico sustituyó a Jordi Alba y dio entrada a Dembelé. El Barça, a partir de entonces, pasó a jugar con tres defensas. La situación era crítica. El equipo no daba pie con bola y el técnico quiso agitar al equipo. El extremo francés se colocó por la banda izquierda, pero tuvo mucho menos protagonismo que Adama Traoré, de momento la mejor incorporación en el mercado de invierno.
Dembelé tuvo una doble oportunidad en el minuto 83. Primero en un lanzamiento de falta. Inmediatamente después, al colgar un balón con mucha rosca que detuvo sin grandes complicaciones Diego López. Unos minutos después, un centro suyo fue cabeceado por Ferran Torres.
Ausente desde Bilbao
El Barça agonizaba, pero Dembele iba a lo suyo. Apenas se inmutaba. Eso sí, intentó abrir el campo, pero intervino muy poco. Desde que Xavi prescindió de sus servicios en el partido de Copa contra el Athletic, nada se sabía del delantero francés, quien no aceptó ninguna oferta para salir del Barça tras rechazar la última propuesta de renovación. De momento sigue y Xavi, aunque sea de manera esporádica, parece que contará con él. Contra el Espanyol hizo muy poco, como muchos otros. Y el desastre hubiera sido de campeonato de no ser por Luuk de Jong. El malo, una vez más, fue el bueno. El salvador.