Adama elige a Cristiano Ronaldo como modelo de entrenamiento
El extremo del Barça prioriza los ejercicios de potencia y la prevención de lesiones
10 febrero, 2022 14:43"Adama Traoré es una bestia". El comentario, habitual en los últimos días en la Ciutat Esportiva Joan Gamper y en el Camp Nou, retrata a un futbolista con muchas ganas de comerse el mundo que el pasado domingo fue una pesadilla para el Atlético. El secreto de su estado de forma, según desveló Ràdio Barcelona, está en las dobles sesiones de entrenamiento que sigue y en una dieta muy rigurosa. Su inspiración es Cristiano Ronaldo.
El periodista Santi Ovalle explicaba que la gran prioridad de Adama pasa por mejorar futbolísticamente con el objetivo de quedarse en el Barça, más allá del 30 de junio de 2022, fecha en la que finaliza su cesión.
Las lesiones en el Aston Villa
Adama fue, posiblemente, el mejor jugador del Barça en su contundente victoria contra el Atlético de Madrid (4-2). Su superioridad física respecto a los jugadores del equipo de Simeone fue casi insultante y el secreto radica en los problemas que padeció cuando fichó por el Aston Villa.
La Flecha de L'Hospitalet tuvo muchos problemas de lesiones en Birmingham. Desde entonces siempre se entrena por las mañanas y por las tardes. Con el equipo y en solitario.
Adama Traoré, en su debut con la camiseta del Barça / EFE
Ejercicios de potencia
Adama pone especial énfasi en los ejercicios de potencia y en la prevención de lesiones. Fuentes próximas al jugador aseguran que él se entrenaría con más intensidad, pero no quiere estar más musculado --no hace pesas-- para no perder velocidad.
El nuevo extremo del Barça también sigue una dieta muy estricta. En Inglaterra incluso siguió una dieta vegetariana, pero después se percató de que necesitaba proteína animal para mejorar su rendimiento.
Cristiano Ronaldo y Ferran Torres
Adama, según la citada información, se inspira en el método de Cristiano Ronaldo. El exdelantero del Real Madrid también es fuente de inspiración para Ferran Torres, por quien el Barça pagó 55 millones de euros.