El intenso enfrentamiento entre el FC Barcelona y el Atlético de Madrid dejó muchos goles y duelos apasionantes entre futbolistas de gran nivel. Sin embargo, no todos fueron demasiado parejos. Hubo un caso en que un azulgrana dejó claramente retratado a su pareja de baile. Mario Hermoso se las tuvo durante gran parte del encuentro para frenar a Adama Traoré. El defensa rojiblanco lo pasó muy mal ante la efectividad del extremo del Barça.
Adama hizo un gran encuentro, probablemente fue uno de los mejores del partido. Su primera mitad fue asombrosa. Se deshizo en varias ocasiones de Mario Hermoso. El jugador colchonero fue incapaz de parar legalmente a la flecha del Barça. Hasta el punto de que Simeone, desesperado, tuvo que situar a Carrasco en posiciones más defensivas para frenar la velocidad del poderoso extremo culé.
Las feas acciones de Hermoso
Hermoso intentó frenar a Adama por todas las vías posibles pero no hubo manera, el azulgrana se lo comió. Para intentar frenar alguna de sus carreras, el zaguero rojiblanco tuvo que hacer acciones sucias y fingir falsas agresiones para intentar detener al demoledor extremo de L’Hospitalet. Hubo dos acciones muy claras. Una fea entrada del defensa que no reconoció y se quejó airadamente al árbitro cuando Adama ya lo había regateado; y otra, posterior, donde Adama peleó un balón con él y fingió haber recibido un impacto en la cara. Era falso, el contacto fue en el pecho.
Lo cierto es que tal y como jugó el nuevo fichaje del Barça era imposible pararlo. Ningún otro defensor podría haber mejorado a Hermoso, ya que el ex del Wolverhampton estuvo sublime. Precisamente de las botas de Adama nació uno de los goles del Barça.
Adama Traoré controla el balón en el Barça-Atlético de este domingo / EFE
El extremo ganó una vez más a su defensor, y tras una buena carrera por banda hizo un centro preciso. Gavi, uno de los más bajitos de la clase, logró rematar y anotar el gol. Esta jugada marca mucho el nivel de Adama en el encuentro. Su gran centro hizo posible que un jugador de estatura baja pudiera rematar entre centrales de más de 1,85.
Todo ello fue gracias a su velocidad. Al deshacerse de su marcaje el extremo pudo brindar un gran pase bombeado al área pequeña. El Barça gana mucho con un jugador como él. Los defensores se desesperan cuando ven a un futbolista tan rápido y tan fuerte. Es prácticamente imposible pararlo.
Adama, imparable; Hermoso, frustrado
Mario Hermoso estuvo muy frustrado durante todo el encuentro. La única forma de parar al jugador del Barça era mediante faltas o agarrones, un juego bastante sucio por su parte. Es por ello que Adama Traoré acostumbraba a jugar en los Wolves con una especie de ungüento en su piel, para evitar los agarrones de los rivales.