No ha tardado mucho tiempo Ousmane Dembelé en recuperarse de su indisposición gástrica. El departamento de comunicación del FC Barcelona informó este domingo que el francés sufrió problemas estomacales durante la mañana, y que por ese motivo no acudió a la Ciutat Esportiva Joan Gamper para entrenar antes de viajar a Vitoria y escuchar en directo la lista de convocados de Xavi Hernández.
La noticia generó un gran revuelo en redes sociales, principalmente porque casi nadie se creyó la indisposición del galo y la concibieron como una excusa barata para, así, no moverse de casa y no ver cómo el entrenador le dejaba fuera. El caso es que este lunes, un día después del desplante, El Mosquito sí ha acudido al campo de entrenamiento y se ha ejercitado con normalidad junto al resto de sus compañeros. Ya ha salido de la cueva.
Ousmane Dembelé, en un entrenamiento del Barça / FCB
Además del futbolista galo, participaron en la sesión todos los jugadores disponibles a las órdenes del técnico egarense, la mayoría realizando ejercicios de recuperación después del esfuerzo del domingo en Mendizorroza. Pese a la gris victoria del Barça, el ánimo fue positivo gracias a una victoria balsámica, pero el entrenador siguió sin poder contar con todos los efectivos: los lesionados Memphis Depay, Ansu Fati, Sergi Roberto y Eric Garcia, las principales ausencias.
El caso Dembelé
La situación de Dembelé en el Barça sigue al rojo vivo. La tensión es máxima desde que Xavi Hernández comunicó en rueda de prensa que el jugador solo tenía dos opciones: o renovar, o marchar. Posteriormente, Mateu Alemany echó más leña al fuego y aseguró que "Dembelé debe salir inmediatamente del Barça", antes del 31 de enero, en que se cierra la ventana del mercado de fichajes de invierno. Posteriormente, el jugador estalló, aturdido por las presiones y aseguró que no iba a ceder a chantajes de ningún tipo.
Pese a todos estos episodios, el culebrón sigue activo. Xavi ha confirmado en las sucesivas ruedas de prensa que ha dado que todo sigue igual y el jugador falló al anterior entrenamiento por los citados problemas estomacales, pero ya ha vuelto. Queda una semana para definir su futuro. Si se queda en el Barça, se arriesga a quedarse parado, en la grada. Si sale, podría hacerlo vía traspaso, que no lo interesa, o vía cesión para tener minutos en otro lado. Esta última opción, aunque no es del agrado de ninguna de las dos partes, parece la solución salomónica a un conflicto candente.