El Barça se reconcilia con la victoria; no con el juego
Frenkie de Jong responde al llamamiento de Xavi y salva al Barça en Mendizorroza
23 enero, 2022 22:52Victoria justita y sin brillo, pero victoria al fin y al cabo (0-1). Un solitario gol de Frenkie de Jong, cuando el partido ya estaba a punto de terminar, permitió al Barça sumar tres puntos que le aúpan hasta la quinta posición de la tabla, a uno del Atlético de Madrid. Si bien es cierto que las sensaciones y el juego no mejoraron en gran medida, al menos los de Xavi se reencontraron con un triunfo que podría servir de acicate y punto de inflexión.
Tras unos días decepcionantes por las eliminaciones en Supercopa y Copa del Rey, el Barça saltó este domingo al césped de Mendizorroza con la voluntad -y sobre todo necesidad- de conseguir una victoria para mantener vivo el que ahora es el gran objetivo de la temporada: quedar entre los cuatro primeros y clasificarse para la próxima edición de la Champions League.
Xavi revolucionó el once titular con la entrada de Sergiño Dest en lugar de un fatigado Dani Alves, mientras que Luuk de Jong cumplió con los pronósticos que le situaban en la punta de ataque, bien secundado por el desequilibrio de Abde y Ferran Torres en las bandas. Los primeros minutos fueron de tanteo, con un Alavés aplicado en la presión y la defensa adelantada, anulando así a un Barça que intentó oxigenarse a base de cambios de orientación, sin poder conectar fácilmente con los atacantes debido a la buena basculación del cuadro babazorro.
Ferran Torres, encarando a la defensa del Deportivo Alavés / EFE
En busca de soluciones
El ritmo de juego fue bajo y careció de creatividad al principio, como si el frío hubiese calado en los huesos de los jugadores y les dificultase la movilidad. Aun así, Luuk tuvo la primera oportunidad en el minuto 12 de partido, con un remate de volea, de primeras y a media altura, que se marchó desviado por poco. Un oasis en mitad del desierto, pues al equipo azulgrana le costó horrores elaborar jugadas en los aledaños de la portería local.
Xavi cambió de banda a Abde y Ferran para agitar la línea ofensiva, pero la defensa del Alavés no se dejó sorprender y pasaron pocas cosas antes de la media hora, a excepción de contados saques de esquina que no fructificaron para el Barça. Ferran Torres, con confianza después del golazo que marcó hace unos días ante el Athletic, probó suerte desde fuera del área en el minuto 33. El disparo se marchó desviado por encima de la portería, provocando la tímida protesta de un Pedri y un Frenkie de Jong que llegaban desde segunda línea en buena posición para el remate.
La réplica del Alavés llegó en las postrimerías de la primera mitad, justo antes de que el colegiado Figueroa Vázquez señalara el camino a los vestuarios. Un robo de balón a Ferran Torres en el centro del campo permitió a los babazorros salir disparados al contragolpe, acabando el balón en las botas de un Pere Pons que, en el mano a mano con Ter Stegen, escogió mal la superficie de golpeo y protagonizó un tiro demasiado fácil para el portero alemán. Con el miedo en el cuerpo, los culés se marcharon al descanso sabedores de que deberían mejorar en el segundo acto para luchar por los tres puntos.
Sergiño Dest, pugnando por un balón contra el Deportivo Alavés
El Barça creció en el segundo tiempo
La segunda mitad, eso sí, empezó con otro ritmo. Tras un leve acercamiento del Alavés, fue el Barça el que contragolpeó y Luuk de Jong estuvo a punto de resolver una buena incursión de Abde por la banda derecha, aunque faltó algo de precisión para que ambos jugadores conectaran. Apenas unos minutos después, los de Xavi empezaron a asediar a centros la portería de Pacheco y tanto Martín Aguirregabiria como Laguardia, respectivamente, tuvieron que achicar aguas en su propia área para enviar el peligro al córner.
El caso es que el Barça siguió protagonizando acercamientos, pero demasiado intrascendentes y poco creativos como para generar superioridad y ocasiones claras. Sí dieron un buen susto los blaugrana a los locales cuando, en boca de gol, entre Piqué y Luuk estuvieron a punto de rematar al fondo de las mallas una pelota que la defensa no calculó bien al intentar despejar, tras un centro de Pedri a balón parado.
Luuk de Jong, intentando rematar un balón aéreo contra Pacheco / EFE
Mucho ruido y pocas nueces
Poco a poco el Barcelona empezó a encontrar más verticalidad y precisión a medida que avanzó la segunda parte, y Xavi aprovechó el momento para dar más frescura al equipo con la entrada de Nico González por Abde, quien hasta el minuto 72 de partido había sido de los mejores en el bando azulgrana (con permiso de Pedri). Nico, nada más entrar, estuvo a punto de cometer un penalti por obstrucción a Tomás Pina, aunque la repetición dejó claro que no había nada y que el canterano culé no podía desaparecer de la trayectoria para evitar el choque.
Justo cuando mejor estaba el Barça, en el minuto 78 la tuvo el Alavés. Joselu, demasiado solo, remató de cabeza un gran centro de Jason desde el interior del área de Ter Stegen. Fue un milagro que no consiguiera dirigir el balón al fondo de las mallas, para lamento de la hinchada vasca en las gradas de Mendizorroza. Xavi, en cualquier caso, mantuvo su apuesta por las vacas sagradas y quitó del campo a Luuk para dar entrada a Ferran Jutglà, intentando a la desesperada que el resultado se moviera antes del fin de los noventa minutos.
El gol de Frenkie, oro puro
Y lo cierto es que lo logró. Los culés se quitaron de encima la apatía y frustración acumuladas, además del grado de congelación ante la inteligente estrategia del Alavés. Fue gracias a una acción solitaria, en los últimos minutos de encuentro, cuando el Barça consiguió deshacer las tablas. Gran pase de Jordi Alba, asistencia precisa de Ferran Torres y Frenkie de Jong, a placer, puso por delante a los blaugrana, marcando su segundo gol de la temporada.
Oro puro para un Barça que, gracias a la victoria in extremis frente al Alavés, está ya a tan sólo un punto de la zona Champions. Aún falta continuar mejorando... Pero al menos los de Xavi Hernández ya han recordado cuál era el sabor de la victoria. Tres puntos, y a seguir.