“Perder es ganar un poco”, así llegó a declarar en los años 90 Francisco Maturana, histórico seleccionador sudamericano. Esa frase está relacionada con el proceso de aprendizaje que debe existir en el fútbol y que muchas veces está ligado a las derrotas. Justo así se puede definir la transformación del Barça de Xavi Hernández, que logró exhibir una imagen prometedora de cara al futuro.
A pesar del golpe sufrido por caer eliminados en la Supercopa de España (2-3) contra el Real Madrid, la realidad es que el equipo mostró una versión competitiva. Eso es un aspecto que tanto necesita el club azulgrana, que ha vivido los últimos años con la sensación de ser frágiles a nivel emocional y psicológico. Evidentemente que esos detalles se siguen presenciando, pero poco a poco el FC Barcelona comienza a dar signos de mejora ante rivales grandes.
Tétrica primera mitad
El punto inicial del enfrentamiento contra los merengues fue negativo hasta más no poder. El Barça intentó ser intento en términos de presión y posicionamiento, pero eso implicó que estuvieran muy abiertos al momento de perder el esférico. En ese sentido, el elenco dirigido por Carlo Ancelotti fue inteligente, debido a que optaron por esperar su oportunidad para aprovechar esos groseros errores que se cometieron en ese primer tiempo. De no ser por los fallos de Asensio y Vinicius en los contragolpes, el partido pudo haber sido mucho más tétrico.
Sergio Busquets controla el balón contra el Real Madrid / FCB
Nuevamente los veteranos volvieron a decepcionar. Alba cometiendo fallos a nivel defensivo y Busquets perdiendo el balón en zonas comprometedoras. Justamente el robo de Benzema al capitán del FC Barcelona es lo que termina propiciando el primer gol del compromiso, obra de Vinicius. El panorama no estaba siendo alentador, pero a partir del minuto 30 el contexto fue cambiando progresivamente.
La metamorfosis culé
Curiosamente, el gol de Vinicius despertó de manera contundente al Barça de Xavi Hernández. A partir de esa anotación, los culés dejaron a un lado ese bloqueo en el partido y comenzaron a producir mejores ocasiones. Si bien es cierto que el tanto del empate de Luuk de Jong llega con una gran cuota de suerte, el desenlace se produce por el paso hacia delante de los azulgranas en esos minutos tan fundamentales.
En el descanso el cuerpo técnico renovó las energías del equipo. Eso, sumado al ingreso de Pedri para el segundo tiempo, permitió que el FC Barcelona fuera superior por varios tramos de la noche. El problema es el de siempre, con los constantes fallos a nivel defensivo. Pero lo sorprendente es que, a pesar de esos errores, el conjunto tuvo la mentalidad necesaria para seguir buscando la victoria.
La euforia del Barça tras el gol de Ansu Fati contra el Real Madrid / FCB
Dicho aspecto es lo que tanto ha necesitado el Barça en los momentos claves. De la derrota contra el Real Madrid se debe potenciar ese carácter competitivo, con el fin de acercarse al gran objetivo: clasificar a la siguiente Champions League. Esa mentalidad, junto al regreso de figuras importantes como Ansu y Pedri, permitirá a Xavi seguir construyendo ese equipo que tanto busca sobre el terreno de juego.