Tras el empate del sábado frente al Granada, sólo se veían nubarrones en el cielo. El Barça había dejado escapar dos puntos más en los minutos finales y, para colmo, sumaba un nuevo paciente para la enfermería con la lesión de Eric García. Con la llegada de esta segunda semana de enero, sin embargo, el mal tiempo se ha ido disipando gracias a la aparición de un cúmulo importante de buenas noticias.
La primera fue la reducción de sueldo de Umtiti, que amplió hasta 2026 su contrato pero diluyendo lo que le quedaba por cobrar hasta 2023 entre los tres años más por los que ha firmado. El hecho de que se diluya uno de los salarios más altos de la plantilla permite la inscripción de Ferran Torres en las competiciones oficiales, cosa que se fraguó también este lunes.
Tres sorpresas en la lista
A esto cabe añadir que Ansu Fati, Frenkie de Jong y Ronald Araujo entraron en la lista de convocados para la Supercopa de España en Arabia Saudí. El español de origen bissauguineano ya está completamente recuperado de su lesión y listo para jugar, mientras que el holandés y el uruguayo podrían tener minutos si reciben el alta médica correspondiente antes del duelo ante el Real Madrid este miércoles.
A Araujo ya se le ha podido ver entrenando con normalidad (aunque con un dilatado vendaje en la mano afectada), mientras que De Jong podría tenerlo un poco más complicado. Si se recupera a tiempo, tendrá la competencia añadida de Pedri González y Ferran Torres, que ya han dado negativo en Covid y vuelven a estar disponibles para Xavi Hernández.
Leones con piel de cordero
De repente, en apenas dos días se ha acumulado un gran número de buenas nuevas para el técnico egarense, que podrá contar con la mayor parte de efectivos de la plantilla a excepción de Eric García, Sergi Roberto y Brathwaite, lesionados (y sin contar ya a Agüero).
Hasta el empate ante el Granada, el Barça acumulaba dos victorias en dos partidos en lo que llevamos de 2022. El aluvión de buenas noticias podría impulsar a recuperar el optimismo de cara al enfrentamiento contra un Real Madrid que llega en un buen estado de forma, pero que también tiene debilidades. Sin la presión de ser favoritos, los culés afrontarán con ilusión y esperanza la primera semifinal del año. Esperemos que no sea la única.