Dani Alves tuvo un buen estreno en la Liga. El defensa brasileño, de 38 años, ya no es aquel futbolista imparable por la banda derecha, pero minimiza los errores. En Granada, comenzó muy activo por su banda, pero acabó desbordado con el desplome del Barça tras la expulsión de Gavi.

 

El Barça, inicialmente, cargó el juego por la banda derecha. El Granada, muy bien posicionado, apenas concedía espacios por el centro, anulando a Nico y Gavi. Alves y Dembelé tuvieron bastante protagonismo en la primera media hora, pero ni el defensa arriesgó demasiado ni el delantero francés salió airoso en sus duelos particulares con la defensa rojiblanca.

Carácter y energía

Alves, eso sí, aportó carácter y transmitió energía. Es el contrapunto a un equipo muy joven, en construcción, y suyo fue el centro que Luuk de Jong cabeceó al fondo de la portería del Granada.

Dani Alves pugna con Machis



Dani Alves pugna con Machís, del Granada / EFE

Más calmado y menos impulsivo que en su primera etapa en el Barça, Alves también aporta orden y buenas soluciones en ataque. Su lectura del partido compensa su menor brío y con él a su lado, Piqué se siente mucho más protegido.

Sergi Roberto y Dest

Xavi dio luz verde al fichaje de Alves hace dos meses. Al técnico de Terrassa no le convence que Sergi Roberto juegue como lateral derecho y tampoco tiene buena sintonía con Sergiño Dest, un futbolista muy agresivo en ataque, pero con muchas carencias defensivas. Las dudas aumentan en el caso de Mingueza.

Alves, de momento, ha comenzado con buen pie. Sus primeras actuaciones han aportado más luces que sombras y Xavi confía en su veteranía para mejorar las prestaciones de un equipo con demasiadas carencias que en Granada dilapidó su botín con un final horroroso.