Justo antes de hacer pública la lista de convocados para el partido de este miércoles contra el Linares en Copa del Rey, el FC Barcelona emitió un comunicado oficial en el que informó de que Ousmane Dembelé ya ha superado el coronavirus, por lo que estará disponible para ser alineado por Xavi Hernández en los próximos compromisos del equipo culé.
El técnico egarense le incluyó en la convocatoria copera, y se prevé que Dembouz tenga protagonismo en los duelos venideros más allá de que su futuro, a día de hoy, sea toda una incógnita. El atacante francés vive rodeado de polémica desde que se dieran varios pasos atrás en las últimas negociaciones de renovación de su contrato, debido en gran parte a las pretensiones de sus agentes.
Ousmane Dembelé, con una mascarilla en prevención del coronavirus, al aterrizar en Sevilla / FCB
Presión añadida
Ahora, por tanto, jugará con una presión añadida a sus espaldas. La de hacerlo vistiendo una camiseta que podría colgar este mismo mes de enero, si finalmente no renueva y el Barça llega a un acuerdo con el Manchester United (u otro club) para traspasarle y cobrar algo de dinero.
El galo termina contrato en junio de 2022 y, si no se va traspasado, podría hacerlo como cedido para que el Barça se ahorre su ficha y tenga más facilidades para inscribir a Ferran Torres, cumpliendo así con los márgenes establecidos del límite salarial.
Eso, a no ser que él y sus representantes cambien de opinión y acaben aceptando los condicionantes del FC Barcelona, que pretende renovarle a la baja para asegurarse así la viabilidad económica de la plantilla. Seguro que Dembelé tendrá ganas, en parte, de que el balón eche a rodar de nuevo y se lleve sus dolores de cabeza a otra parte, aunque sea de manera momentánea.
Ousmane Dembelé, en una acción del Sevilla-Barça pasado por agua / FCB
Un arma de doble filo
Y si marca algún gol o brilla a nivel de juego, ofrecerá más argumentos para que la afición no esté tan enfadada con el circo que le rodea desde hace meses. Todo lo contrario si no está al nivel esperado y, fruto del mal rendimiento y de las polémicas acumuladas, los seguidores culés deciden señalarle. Por suerte o desgracia para él, el Barça no volverá a jugar en el Camp Nou hasta el 19 de enero frente al Rayo Vallecano.