Misión completada. Parecía imposible salir airoso de Mallorca teniendo en cuenta el desalentador panorama que se le presentaba a Xavi Hernández, con 14 bajas en la plantilla. Eran 16 hasta que Umtiti y Lenglet recibieron el alta por dar negativo en sus PCR y se podrían contar otras dos bajas teniendo en cuenta a los no inscritos Dani Alves y Ferran Torres, que podrían inscribirse a partir de este lunes 3 de enero. Con dos sancionados --Gavi y Busquets--, cinco ausencias por Covid --Jordi Alba, Alejandro Balde, Abde, Coutinho y Dembelé--, seis lesionados --Memphis, Ansu Fati, Dest, Sergi Roberto, Braithwaite y Pedri-- y el descartado Yusuf Demir, a punto de salir del club, el Barça tiró de sangre, sudor y lágrimas para conquistar Son Moix.
Los azulgranas fueron especialmente superiores en el primer tiempo, donde se mostraron más clarividentes en el juego y supieron imponer la superioridad técnica sobre el rival con tres jugadores del Barça B de inicio --Nico, Ferran Jutglà, Ilias Akhomach-- y otros menos habituales en el once titular: Luuk de Jong, Mingueza y Riqui Puig. La otra llamativa sorpresa del once fue la presencia de Araujo de lateral izquierdo.
Conexión Mingueza-Luuk
Con el delantero holandés como referencia de ataque, Xavi recurrió a unas armas que fueron muy criticadas con Ronald Koeman: los centros a la olla. Aunque es obvio que el Barça tiene más control del juego desde la llegada del egarense, y aplica mejor los conceptos básicos del ADN culé, lo cierto es que, a la hora de buscar el gol, la única vía que resultó eficiente fue la búsqueda del pistolero Luuk. Por bajo, en una ocasión más difícil para el ariete, aunque terminó en el poste, y por alto, en varias ocasiones. Las más peligrosas llegaron a centro de Óscar Mingueza, lateral que tenía mucha más continuidad con Koeman, y que la puso medida sobre Luuk. Primero, de tijereta, la volvió a mandar al palo. Finalmente, de cabeza ('44), consiguió batir a Manolo Reina, guardameta del Mallorca. En el segundo tiempo el equipo se fue fundiendo y se dedicó a sobrevivir. Lo consiguió gracias a una parada antológica de Ter Stegen.
Luuk de Jong celebra su gol al Mallorca con Riqui Puig y Araujo / EFE
Xavi aplaudió a Luuk tras el partido y, como Mateu Alemany, elogió su "brutal" profesionalidad. Sin embargo, en los planes de ambos está la idea de concretar la salida del holandés, que se ha reivindicado para que otros clubes puedan ficharlo. Sobra decir que Xavi recurrió a esta fórmula porque no le quedaba otra, aunque también Koeman utilizó al holandés como solución de emergencia en un momento en que tenía a todos los delanteros lesionados salvo a Memphis.
Paralelismos forzosos
Por mucho que en algunos medios se haya hecho hincapié en contraponer a Xavi con Koeman --utilizando prácticamente el símil del ángel y el demonio--, lo cierto es que ambos se han encontrado en situaciones tan similares que las fórmulas de resolución han sido forzosamente parecidas. Xavi se asemejó a Koeman cuando señaló a la plantilla después de obtener dolorosos resultados --Betis, Bayern y Osasuna-- y lo ha hecho cuando no tenía más remedio que jugar con Luuk de Jong de titular y buscando centros por alto para marcar. Algo similar a lo que le ocurrió a Koeman contra el Bayern y el Granada. Lo que entonces fue censurado, ahora se acepta y aplaude.
Pese a todo, Xavi es un caballero y tuvo palabras extraordinarioas para Luuk: "Es un profesional brutal, brutal. Se habla de que puede salir, de que tendrá menos minutos... pero por cómo entrena, y cómo trabaja, es un ejemplo para todos". "Hoy ha sido útil, mete el gol, el trabajo que hace es extraordinario, es un profesional como la copa de un pino... según como entrenas jugarás y él hoy ha marcado la diferencia", añadió el de Terrassa, después.