Al Barça no le basta con Dembelé. Sin Messi ni Griezmann, necesita el equipo mucho más que un futbolista diferente, desequilibrante, descarado. El único delantero que intimida a los contrarios es el francés, genial y desconcertante a partes iguales. Con Dembelé como única amenaza, el Betis supo esperar su momento para castigar a un Barça menor, impotente, que sufrirá errores para jugar la Champions de la próxima temporada. Una jugada de tiralíneas de Canales que rubrió Juanmi con mucha sutileza tumbó al grupo azulgrana (0-1), cada día más lejos del Real Madrid. La primera derrota de Xavi como técnico fue muy dura.

Tras una primera semana de mucha tralla y a la espera del decisivo partido en la Champions contra el Bayern, Xavi rescató las rotaciones en el Barça. El técnico prescindió de Piqué, Frenkie de Jong y Dembelé en el once titular que se enfrentó al Betis, un equipo muy bien trabajado por Manuel Pellegrini. En defensa, Alba es intocable y estuvo acompañado por Dest, Araujo y Lenglet. En el centro del campo, Sergio Busquets, Nico y Gavi lo juegan todo, o casi. Y en ataque, Memphis mezcló con Abde y Coutinho, protagonista por un día a la espera de que el Newcastle u otro club inglés le seduzca con una oferta atractiva.

Un Barça intermitente y precavido

El Barça, al menos en la pizarra, se parece cada día más al equipo que quiere Xavi. Es un equipo que cuida bien el balón, abre el campo con dos extremos e intenta acelerar el juego. La presión avanzada también progresa adecuadamente en un grupo con buenas intenciones y muchas carencias, demasiado intermitente y precavido, con Memphis peleándose con todos y generando espacios, ya sea para los interiores o los extremos, nadie con mucha pegada.

Dominaba el Barça, pero apenas inquietó a Rui Silva, mientras que el Betis era mucho más vertical cuando tenía la pelota, atrevido con las incorporaciones de Bellerín y Álex Moreno, que asistió a Aitor Ruibal en la mejor ocasión de la primera parte. Y los problemas para Xavi subieron de nivel cuando Gavi, conmocionado, tuvo que retirarse del campo y fue sustituido por Riqui Puig, un futbolista con muchas ideas y poca consistencia.

Coutinho y Memphis Depay, titulares contra el Betis en el Camp Nou / EFE



Coutinho controla la pelota contra el Betis / EFE

Gol anulado a Juanmi

El segundo acto comenzó con un Barça perseverante, pero poco profundo, con Riqui Puig reculando, más pendiente de auxiliar a Sergio que de conectar con Coutinho y Memphis. Y al Betis, mucho más compacto y cohesionado, le sobraron un par de centímetros en el remate de Juanmi que batió a Ter Stegen, anulado por fuera de juego.

Atascado como estaba el Barça, Xavi dio entrada a Frenkie de Jong y Dembelé por Nico y Coutinho, que desapareció muy pronto del combate. No era momento para especulaciones, sino para atacar el partido y ser mucho más descarado, un escenario muy del gusto del extremo francés.

Dembelé agita al Barça

Dembelé es el recurso de emergencia de un Barça sin pegamento entre líneas, el futbolista que lo agita todo en un equipo muy plano, con más actitud que recursos, que disfruta poco y sufre mucho. Sin el Mosquito en el campo, el Betis se encontró muy cómodo. Con él, midió mucho mejor las contras, consciente de que un intercambio de golpes podía resultar letal. La contra llegó a 12 minutos del final, con una jugada exquisita que inició un soberio Canales, prosiguió Tello y culminó Juanmi, el notario que certificó la primera derrota del Barça de Xavi.