La gran bronca entre Unai Emery y Xavi en Villarreal

Unai Emery es un técnico muy pasional y con muy mala suerte y peores estadísticas cuando se enfrenta al Barça. El balance para el técnico vasco es desolador: 20 derrotas, seis empates y solo dos victorias contra el equipo azulgrana.

El Barça es una pesadilla para Emery. El sábado, en un partido que pudo ganar el Villarreal, volvió a perder en el estadio de La Cerámica. Memphis y Coutinho, de penalti, dinamitaron a los castellonenses en un partido en el que Ter Stegen recuperó su mejor versión. El técnico del Villarreal reclamó dos penaltis, sobre todo unas manos de Piqué, y acabó muy alternado. Despotricando contra el Barça.

Bronca en el túnel de vestuarios

"Os lo regalan, os lo regalan", gritó al final del partido. "Siempre es igual con vosotros", añadió el técnico del Villarreal, según informa Sport. Él y sus colaboradores cuestionaron la victoria del Barça. Indignado, destapó toda su ira contra Xavi en el túnel de vestuarios. Fue tanta la tensión que la policía tuvo que intervenir para calmar a Emery, que en la rueda de prensa posterior al partido lamentó la acción arbitral.

Unai Emery, furioso, por las polémicas arbitrales en el Villarreal-Barça / EFE

Emery cuestionó la victoria del Barça en Villarreal / EFE

Xavi, en cambio, se mostró muy tranquilo y relajado ante los medios de comunicación. El técnico del Barça bastante tiene con los suyos para entrar en discusiones que no le interesan y admitió que el Villarreal mereció el empate.

Las disculpas de Emery

Minutos después de la sonada discusión y de las impresiones de ambos entrenadores en la sala de prensa, Emery fue a buscar a Xavi para estrecharle la mano. Las aguas volvían a calmarse y Emery ya debe pensar en su próxima cita contra el Barça, su equipo maldito, al que solo ha derrotado con el Sevilla (2-1 en la temporada 2015-16) y un año después con el PSG. Pero aquel 4-0 de París no le sirvió para eliminar al Barça de Luis Enrique. En el Camp Nou encajó un humillante 6-1 que fue el principio de su fin en la capital francesa.