Sufrió como nunca el FC Barcelona para conquistar los tres puntos en la Liga. Los pupilos de Xavi Hernández lograron salir airosos (1-3) de su complicada visita a la casa del Villarreal. El plan de partido de Unai Emery se impuso en casi todo el enfrentamiento, a tal punto que obligó al conjunto azulgrana a optar por otras alternativas para llevarse la victoria. El estadio de la Cerámica presenció una versión más pragmática de los culés.
Frenkie de Jong, en una acción en el partido contra Villarreal / FCB
Dominados posicionalmente
El trabajo realizado por el submarino amarillo fue realmente destacable, sobre todo por la capacidad para mantener un esfuerzo tan grande durante muchos tramos del partido. Los jugadores lograron incomodar al Barça a través de una intensa presión que los forzó, en gran parte de la noche, a buscar envíos largos. No fue una tarea fácil para la línea defensiva azulgrana por el acoso que recibieron cuando intentaron salir con el balón jugado.
Eso implicó que la posesión de balón estuviera realmente disputada. Una estadística que, sorpresivamente, logró llevarse el Villarreal. Al final del partido el dato reflejado por parte de la Liga es que el cuadro valenciano consiguió un 50,4% a su favor. Un hecho que explica lo pragmático que debió ser el equipo de Xavi ante el gran partido que ejecutó el rival de turno.
Busquets, acosado por un jugador del Villarreal / FCB
Por otra parte, también fueron mejores en cuanto a pases realizados. Los locales dieron hasta 411 pases contra los 409 del elenco catalán. Una leve diferencia, pero que explica lo complicado que fue para el FC Barcelona tratar de imponerse en el feudo del conjunto dirigido por Unai Emery.
Verticalidad
Durante el compromiso contra el Benfica se vio a un Barça con más velocidad al momento de atacar. Apostaron por aprovechar la verticalidad de sus mediocampistas para así generar mucho daño al espacio. Esa idea del entrenador egarense fue nuevamente implementada contra el Villarreal, pero en este caso con más complicaciones por la presión que sufrieron los defensores culés.