Impotencia. Ronald Araujo no pudo disimular su frustración tras el partido. El Barça lo intentó todo para ganar al Benfica, pero al equipo le falta pegada y ahora se jugará el acceso a los octavos de final en Múnich. O gana al Bayern o necesitará una ayudita del Dinamo Kiev en Lisboa.
"El partido nos deja un gusto amargo porque queríamos cerrar la clasificación con nuestra gente. En Múnich será difícil", admitió Araujo nada más terminar el partido. En su análisis del partido, el defensa uruguayo añadió: "La actitud ha sido muy buena, pero nos ha faltado gol, que era la llave de oro para ganar este partido".
Dos goles en cinco partidos
En cinco jornadas, el Barça solo ha marcado dos goles. La nota positiva es que no ha encajado en los últimos tres, un dato al que se agarró Araujo, posiblemente el mejor jugador del partido: "Defensivamente hicimos un buen partido, presionando muy arriba al Benfica, pero, insisto, nos ha faltado el gol".
El regreso de Dembelé, superadas las molestias musculares, no bastó para derrotar al Benfica. "Es un jugador muy desequilibrante", remarcó Araujo, quien restó importancia a sus problemas físicos que le obligaron a abandonar el terreno de juego en los últimos instantes. "Estoy muy bien. Se trata de un calambre. Estoy muy cansado porque llevaba dos meses sin jugar un partido completo", sentenció el defensa internacional del Barça.