Dani Alves: "Visca la madre que los parió"

Pasión por Dani Alves. Por un fubolista excéntrico que regresa al Camp Nou con ganas de comerse el mundo. Con americana, pantalón y unas chancletas que ha abandonado cuando ha pisado el césped, el defensa se ha reencontrado este miércoles con su antigua afición. Todos tenían ganas de fiesta.

"Hola culers. Otra vez aquí. Si recuerdan, la última vez que cogí el micrófono fue para decir que no sabía cuánto duraría ese sueño. No sabía nada, pero el sueño no acabó en ese momento y estoy aquí otra vez. Ustedes me hicieron sentir alguien muy especial, uno más de ustedes. Visca el Barça, visca Catalunya y visca la madre que los parió a todos ustedes", ha dicho Alves, exultante, micrófono en mano, ante más de 10.000 aficionados.

Reencuentro con la afición

"Ahora soy más guapo, pero hay cosas que no puedes cambiar en la vida. Aquí me he hecho muy grande. Necesitamos que este club vuelva a ser muy grande. Este club no es cosa mía o del presidente, es cosa nuestra, de todos", ha recalcado el defensa brasileño. "Los veteranos tenemos que aportar nuestra fuerza, nuestra experiencia. Solo podemos hacerlo juntos. Si juntamos nuestras fuerzas y somos positivos, con trabajo, volveremos a ser mejores. Somos más que un club", ha añadido antes de firmar su nuevo contrato hasta el 30 de junio de 2022.

De presentación en presentación. El Camp Nou, nueve días después de rendir pleitesía a Xavi Hernández, ha ovacionado este miércoles a Alves, el último y sorprendente fichaje del Barça de Laporta. A los 38 años, el lateral brasileño se ha reencontrado con su antigua afición y le ha quedado claro que es un jugador muy querido en Barcelona.

Alves ya se entrena con el Barça, pero no podrá jugar hasta el 1 de enero. El defensa ha aceptado ser el jugador peor pagado de la plantilla para jugar en el equipo azulgrana, su plataforma ideal para jugar el Mundial de Qatar 2022. Jugará con el dorsal número 8, el mismo de Iniesta y Stoichkov.

La segunda etapa de Alves con el Barça ya ha comenzado. La primera fue muy exitosa: ocho años y 23 títulos, entre ellos seis Ligas y tres Champions. Ahora, el club tiene más urgencias que entonces y el defensa brasileño quiere disfrutar hasta el último minuto.