Como si de una cinta de radiocasete se tratase. Esa sería la descripción correcta del FC Barcelona actual. Hay dos versiones del equipo. El último encuentro disputado ante el Celta de Vigo dejó claras muchas cosas: se necesitan cambios.
La primera parte y la segunda fueron completamente distintas. Parecía que el equipo era otro o que la faena ya estaba hecha y se podían marchar de vacaciones. Eso sí, el bochorno de dejarse empatar una diferencia de tres goles estaba ahí.
Memphis tras dejarse empatar el Barça / FCB
El FC Barcelona, dada su situación en la tabla de clasificación de la Liga, no se puede permitir ese tipo de pinchazos, y más cuando la victoria estaba hecha. Sin embargo, la actitud del equipo dejó mucho que desear. Se acabó el encuentro con una alineación plagada de adolescentes, faltos de rodaje.
1ª y 2ª parte, como la noche y el día
Parecía que la tarde del sábado iba a ser plácida. Al menos es lo que el aficionado culé se las prometía al contemplar el buen juego del Barça ante el Celta. Un fútbol desplegado en el que todos fueron a una. La presión, las ayudas, el equilibrio en el terreno de juego. Todo era perfecto tal y como Sergi Barjuan, entrenador interino, lo había planeado. Todo hasta la lesión de Ansu Fati. El delantero notó un pinchazo y causará baja durante un mes. Se fue y todo fue diferente.
Jugadores del Barça / FCB
Pues fue la noche y el día. Precisamente porque el equipo cambió. En la segunda parte todo se fue al garete. La posesión de balón brilló por su ausencia. El Barça realizó 70 pases menos que en la primera (dato abrumador). Todo no se le puede achacar a las lesiones. El equipo lo tenía todo hecho y dejó de hacer su trabajo. Con lo que quedaron en evidencia. Fallos defensivos a tutiplén que no hacen otra cosa que afirmar que la composición táctica no se ha trabajado apenas. Los azulgranas tienen dos caras.
Umtiti del Barça en Balaídos / FCB
Otro aspecto importante es el de la preparación física. Los jugadores no aguantan todo el partido y es un problema si bien el campeonato lleva jugado un tercio. Eso también afecta a las lesiones, que no cesan. Y ahí los servicios médicos del Barça tendrán que asumir su parte de culpa. Un desastre. Xavi Hernández tiene trabajo.