Xavi Hernández (Terrassa, 25 de enero de 1980) vuelve a casa. Al Barça. Al club en el que se formó y con el que logró 25 títulos en las 17 temporadas que disputó con el primer equipo. Xavi, el metrónomo, es el segundo jugador con más partidos disputados (767), solo superado por Leo Messi, y sueña con emular a Pep Guardiola como entrenador. Su fichaje se hará oficial entre el viernes y el sábado. 

Fue un jugador con mucho talento que ya destacaba en las categorías inferiores del Barça. Comenzó como mediocentro, en la misma demarcación que Guardiola, y sedujo a Louis van Gaal en junio de 1998. El entonces jugador del Barça B brilló en la doble victoria del equipo azulgrana contra el Real Madrid B: 5-0 en el Miniestadi y 0-2 en el Bernabéu. En la memoria de algunos aficionados están los gritos y saltos del técnico neerlandés en el palco del estadio madridista.

Debut contra el Mallorca

Dos meses después, el 18 de agosto, Xavi debutaba con el primer equipo en la Supercopa de España. El rival fue el Mallorca. Las comparaciones con Guardiola fueron constantes e inicialmente perjudicaron al futbolista de Terrassa. Van Gaal, sin embargo, fue modelando a un futbolista con una visión panorámica increíble que nunca perdía la pelota. Era tanta su calidad que nadie discutía su complexión física (1,70 metros de altura).

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Xavi celebra un gol con el Barça, en la temporada 2008-09 / UEFA

El Barça de Van Gaal fue un equipo con muchos altibajos. Un equipo de rachas. El 20 de diciembre del mismo año, el técnico neerlandés estaba contra las cuerdas. El Barça había encadenado cuatro derrotas y Josep Lluís Núñez, entonces presidente, contemplaba su destitución inmediata si el equipo perdía en Valladolid. El Barça tenía muchos problemas para superar la defensa pucelana, pero Xavi decidió el partido. Su cabeza salvó la de Van Gaal.

Bromas en Valladolid

Xavi cambió la historia de Van Gaal en el Barça. De regreso a Barcelona, el entonces centrocampista sufrió algunas bromas de sus compañeros. Le recordaron que había rescatado al técnico neerlandés, una persona muy exigente y cartesiana. Ese día, el Pelopo supo lo que realmente era el Barça en los momentos de máxima tensión.

El gol de Xavi reactivó también al Barça, que acabaría ganando la Liga en Vitoria. En los cinco años siguientes, en cambio, el equipo azulgrana no ganó título alguno y vivió uno de los peores momentos de su historia con Joan Gaspart en la presidencia. En esos años negros, Xavi estuvo a punto de fichar por la Juventus.

Rijkaard y Aragonés

Xavi reculó y siguió en el Barça. Afortunadamente. Con Frank Rijkaard comenzó su transformación. El técnico le pidió que avanzara su demarcación, que llegara más al área rival y fuera decisivo entre líneas. Luis Aragonés hizo la misma apuesta con él en la selección española, con la que ganó dos Eurocopas y el Mundial de 2010.

Una foto de Leo Messi, Andrés Iniesta y Xavi Hernández con el Balón de Oro / FCB



Iniesta, Messi y Xavi, tras ganar el argentino el Balón de Oro de 2010 / ARCHIVO

El Barça de Rijkaard dejó momentos estelares. El equipo ganó dos Ligas y la Champions de 2006, la segunda de la historia del club. Luego llegó la autocomplacencia y la caída, hasta que Guardiola sustituyó al técnico neerlandés y lideró el trienio más espectacular de la historia del Barça, que encadenó tres Ligas y ganó dos Champions, entre otros títulos.

Xavi fue la prolongación de Guardiola en el campo. Aquel equipo rozó la perfección, con el centrocampista de Terrassa, Iniesta y Messi devorando a los rivales. La mejor obra, ante una audiencia muy numerosa, tal vez fue la final de la Champions de 2011 en Wembley. Ese día (28 de mayo de 2011), el mundo se rindió a la magia del Barça. Alex Ferguson, el  técnico del Manchester United, admitió que nunca se había enfrentado a un rival tan poderoso y superior.

Despedida con Luis Enrique

Con Tito Vilanova y el Tata Martino, Xavi continuó siendo intocable. Jugó un año más, con Luis Enrique ya como entrenador, pero el técnico asturiano dosificó su protagonismo en el equipo. La retirada como jugador del Barça estaba muy cerca. Merecía la mejor despedida y la tuvo. Esa temporada el Barça ganó su segundo triplete: Liga, Copa y Champions.

Seis años del último partido de Xavi con la camiseta del Barça / EFE



Xavi, el día de su último partido de Liga con el Barça en el Camp Nou / FCB

Xavi se fue con todos los honores del Barça, que le pagó un generoso finiquito. Años antes, algunas inversiones poco exitosas le jugaron una mala pasada. Y finiquitada su etapa en el Camp Nou, tuvo claro que quería prolongar su etapa como futbolista en un país con menos exigencias. Y eligió Qatar. Con el Al-Sadd jugó cuatro años: hasta 2019.

Comparaciones con Guardiola

De jugador a entrenador, Xavi ha acumulado un patrimonio de 20 millones de euros en Qatar. Ahora regresará a Barcelona y quiere que su hermano Óscar forma parte del cuerpo técnico azulgrana. Firmará un contrato con un fijo inferior al que percibe en Doha, pero el nuevo compromiso contempla el pago de algunas variables en función de los resultados del equipo.

Las comparaciones con Guardiola volverán 23 años después. Como futbolista superó al de Santpedor. Como técnico no lo tendrá fácil. El actual Barça está hecho unos zorros. Él no podrá hacer la revolución que hizo Pep.