Probar cosas nuevas es importante para saber si un jugador puede rendir en una posición u otra. Nunca se sabe si se puede optimizar el buen hacer de alguien en cuestión. Eso es lo que ha intentado Sergi Barjuan, entrenador interino del FC Barcelona, con Gavi.
Memphis y Gavi, titulares para el Barça-Dinamo Kiev / EFE
El jugador de Los Palacios fue elegido para ocupar el extremo derecho durante el encuentro de Champions League en el que se enfrentaron los azulgranas con el Dinamo de Kiev. Una posición menos habitual para él y que tuvo un inconveniente en su protagonismo: disminuyó.
La lesión de Sergiño Dest obligó a Sergi a pensar en esa solución de emergencia. Gavi aceptó el reto aunque tuvo que sacrificarse demasiado para generar espacios a sus compañeros. Fue bastante menos participativo en el juego que en otras ocasiones.
No terminó el partido
Sergi Barjuan optó por cambiarle. Dembelé terminó ocupando el extremo derecho. El mosquito sí es un atacante nato. Tiene velocidad, explosividad e imprevisible. Lo que le hace temible para cualquier defensa que haya delante.
Dembelé contra todos / FCB
Gavi por su parte hizo los deberes. Lo que se le exigió. Sin ser tan protagonista como en antaño, el andaluz demostró su calidad con varios destellos en forma de control a los Zidane. Bajando la bola, repartiendo juego e incluso sumándose al ataque. Además, el esfuerzo físico que hizo es de agradecer. No cesó en la presión y en realizar kilómetros y más kilómetros para ayudar a sus compañeros.
Aunque a Gavi aún le quedaba energía para el resto del partido fue sustituido. Sergi Barjuan aguantó a Nico, quien pidió el cambio minutos después por estar agotado físicamente. Con lo que una recolocación habría ayudado mucho al quipo.
Tres puntos y para casa
El FC Barcelona se llevó los tres puntos del estadio Olímpico de Kiev y poca cosa más. El gol de Ansu Fati fue vital para mantener vivas las aspiraciones culés de estar en octavos de final en el grupo de Champions League.
Ansu Fati, goleador de la noche / FCB
El cambio de ciclo comenzará una vez llegue Xavi Hernández al banquillo azulgrana y se le dé un meneo al vestuario. El rendimiento general del equipo presumiblemente mejorará y los goles aumentarán con el trabajo.