¡Bombona de oxígeno! El FC Barcelona vuelve a respirar tranquilamente tras haber obtenido un triunfo vital en la Champions League. Los dirigidos por Sergi Barjuan lograron llevarse los tres puntos (0-1) contra el Dinamo de Kiev, en el cuarto compromiso de la fase de grupos. Nuevamente fue una actuación que dejó en evidencia la falta de contundencia de los futbolistas culés, que solamente pudieron sacar esa diferencia por el potente disparo de Ansu Fati y, a su vez, por la gran noche de Ter Stegen. Del resto, el equipo tiene buenas intenciones, pero arrastran los mismos problemas que presentaban con Ronald Koeman.
El técnico interino decidió apostar por el siguiente once para el enfrentamiento que se disputó en suelo ucraniano: Ter Stegen; Óscar Mingueza, Éric García, Clement Lenglet, Jordi Alba; Sergio Busquets, Nico González, Frenkie de Jong; Gavi, Ansu Fati y Memphis.
Nula contundencia
Al igual que en el compromiso que se jugó en el Camp Nou, los azulgranas salieron con la energía para buscar imponerse rápidamente al elenco ucraniano. De esa forma, arribó la primera ocasión clara en el minuto 3, que tuvo como protagonista a Memphis que se encontró con el esférico dentro del área, pero cuyo disparo fue bloqueado por un defensor contrario.
Memphis, en una de las ocasiones más claras del Dinamo Barça / EFE
Esa jugada permitió que el Barça se animara en los primeros minutos a buscar ese primer gol que le diera la ventaja. Varios centros y balones al área del Dinamo de Kiev que pudieron haber representado un disparo peligroso al arco. La complicación estaba en encontrar una posición cómoda para el remate, porque en la mayoría de esas situaciones había varios rivales que se interpusieron en el camino.
A partir del minuto 20 la dinámica comenzó a cambiar favorablemente para los dirigidos por Mircea Lucescu. Consiguieron robar un montón de balones que desencadenaron en ocasiones de mucha peligrosidad. La primera acción fue con un disparo después de un tiro de esquina que detuvo Ter Stegen con su botín izquierdo; la segunda fue en un contragolpe que culminó con el esférico golpeando la red externa del pórtico culé.
Éric García y Jordi Alba, defendiendo un disparo de Garmash / EFE
Sin embargo, el FC Barcelona logró ingeniarse varias jugadas que pudieron haber terminado dentro del pórtico rival. En el minuto 41 fue Nico González el encargado de protagonizar la ocasión más importante de los azulgranas, en una acción que inició con un centro de Mingueza y finalizó con un cabezazo del joven mediocampista, aunque lamentablemente se encontró con un desvío de Memphis.
De esa forma, culminaron los primeros 45 minutos. Los pupilos de Sergi Barjuan tuvieron buenas intenciones en tramos puntuales, pero es evidente que el equipo sigue siendo propenso al fallo. Falta todavía contundencia en los ataques y control a nivel defensiva. La sensación es que los ucranianos se fueron al vestuario con mejor cara.
Mínima ventaja
El comienzo de la segunda parte tampoco fue positivo para los culés. El Dinamo de Kiev fue con la intención de presionar e incomodar la salida de balón. Por algunos minutos lograron generar cierto miedo, pero mostraron problemas obtener ese último pase. Mientras tanto, el Barça apostó a los centros laterales y tiros de esquina para obtener ese primer gol. A través de esa vía apareció en el minuto 55 la gran ocasión de Lenglet, que cabeceó el esférico en una mala salida del guardameta contrario, pero no pudo darle dirección a ese golpeo.
Cabezazo de Clement Lenglet ante el Dinamo de Kiev / EFE
La polémica arribaría al estadio Olimpiysky National en una jugada que pudo cobrarse como penal a favor del FC Barcelona. El atacante, Ansu Fati, estuvo a punto de rematar un balón favorable, pero recibió el contacto de uno de los jugadores rivales; no obstante, para el principal del partido, Ovidu Hategan, no fue suficiente para pitar falta.
Igualmente el canterano tendría en sus pies la gran oportunidad para sacar de aprietos a los suyos. Ansu Fati fue capaz de anotar el gol de la ventaja para los azulgranas, tras una acción que empezó Mingueza desde la banda derecha con un centro que se desvío por el camino, pero que finalmente encontró al delantero para que consiguiera armar un fuerte disparo, totalmente inatajable para Bushchan. Una anotación atropellada ante tantos rivales de por medio.
Ansu Fati, líder del ataque del Barça en el enfrentamiento contra el Dinamo de Kiev / EFE
A pesar de anotar ese fundamental gol, los dirigidos por Sergi Barjuan no tuvieron la calma para llevar el enfrentamiento al ritmo que mejor les favorece. En ataque pudieron aumentar la ventaja, especial con el ingreso de Ousmane Dembelé que añadió más regate y velocidad en la parcela ofensiva, pero nuevamente aparecieron los problemas de definición. Eso obligó a Ter Stegen a surgir como héroe en el tramo final con una atajada decisiva.
Problemas en ataque
La victoria del FC Barcelona alivia un montón porque mantiene con vida al club en la Champions League, pero deja en evidencia los continuos problemas que hay en la fase ofensiva. El equipo hace lo posible para generar las ocasiones de gol, pero esas pocas oportunidades no terminan de ser aprovechadas. El único que mantiene un buen porcentaje de cara al arco es Ansu Fati, que ha anotado tres goles en 13 remates. Hay mucho que mejorar en los siguientes compromisos.