La renovación de Pedri González está casi finiquitada. La de Ansu Fati, en cambio, encalla. Se complica. Joan Laporta, presidente del Barça, difícilmente podrá anunciar la renovación del delantero en la asamblea de socios compromisarios que se celebrará el domingo por la tarda, horas antes del partido contra el Valencia.
El Barça busca un acuerdo rápido con Ansu Fati, que tiene contrato hasta el 30 de junio de 2022 con dos años opcionales más. De momento, las diferencias entre lo que pide el futbolista y lo que ofrece el club son importantes. La solución podría pasar por una mejora hasta 2024, a la espera de prorrogar más tarde la vinculación entre las dos partes cuando la situación económica del Barça sea más favorable.
Mendes y Alemany
Jorge Mendes, representante de Ansu Fati, podría reunirse esta semana con Mateu Alemany, director de fútbol del Barça. El agente portugués está estos días en Qatar, con James Rodríguez, y no tiene prisa alguna por resolver el nuevo contrato del delantero azulgrana.
El Barça, mientras, recuerda que puede ejercer unilateralmente la prórroga de su actual contrato hasta 2024. No obstante, Laporta quiere premiar al futbolista con una mejora salarial.
El sucesor de Messi
El presidente del Barça ha transmitido a Mendes que Ansu Fati es un futbolista clave para el futuro del equipo. El mejor gesto fue que el delantero heredó el 10 de Messi, tras el visto bueno de los cuatro capitanes: Sergio Busquets, Gerard Piqué, Sergi Roberto y Jordi Alba.
Mendes, por su parte, quiere que el Barça recompense al futbolista con un contrato acorde con su protagonismo en el equipo. Sabe que ofertas no le faltarán a Ansu Fati y busca el mejor acuerdo posible.
Alemany y Mendes retomarán las negociaciones. La predisposición por ambas partes es buena, pero el acuerdo no parece que sea inminente. La delicada situación económica del Barça es el principal freno para una entente que todos desean. Con Messi pasaba lo mismo, y el desenlace fue tan inesperado como cruel.