Las críticas sobre Koeman por sus idas y venidas en los planteamientos han sido múltiples. Sus devaneos en la pizarra han perjudicado el rendimiento de algunos de los jugadores más importantes de la plantilla.
De Jong, autocrítico
Uno de los principales afectados ha sido Frenkie De Jong. El holandés, pese a no haber mostrado su mejor nivel esta temporada, ha sido uno de los pocos jugadores del Barça que han dado motivos para despertar la fe de la afición culé.
Los cambios de sistema de su entrenador le han alejado de su área de influencia y han contribuido a su bajón de rendimiento. Sobre su propio nivel, el centrocampista no ha dudado en hacer autocrítica y, pese a que espera más de sí mismo, ha avisado de que “no soy el tipo de jugador que marca 30 goles en una temporada”. También ha admitido que “no estoy en la mejor forma de mi vida”, pero afirma que “tampoco estoy mal”.
En cuanto a su liderazgo, también ha señalado que “tengo que llevar más al equipo a cuestas, de hecho, puedo hacer más en eso. Y esa cifra de cero goles y dos asistencias, eso podría ser mejor”.
La crisis blaugrana
El Barcelona vive uno de los peores momentos deportivos de su historia. Pese a estar noveno en Liga y último con cero puntos en la fase de grupos de la Champions, Frenkie ha quitado hierro al asunto al afirmar que “se exagera mucho, no estamos en el hoyo. Los resultados son malos, nadie puede ignorar eso. Notas que hay un sentimiento negativo en el club. Eso tiene sentido cuando tienes tan malos resultados en un club como el Barcelona. Pero yo estoy decepcionado, pero no estoy deprimido".
De Jong confía en que la situación pueda mejorar y ha mostrado plena confianza en la plantilla para revertir estas circunstancias: “Tenemos una muy buena plantilla, sobre todo cuando los jugadores lesionados estén de vuelta. Esos puntos que hemos perdido hasta ahora, eso no es posible, pero la gente está exagerando enormemente. En la Liga, todo sigue siendo posible. Y empezamos muy mal la Champions, pero allí tampoco se ha perdido nada". Veremos si su actitud se le contagia a algunos de sus compañeros que sí desprenden la sensación de no ser capaces de modificar la dinámica del equipo.