El FC Barcelona está en crisis deportiva. El equipo de Ronald Koeman no transmite buenas sensaciones y el equipo no da los resultados esperados. De los últimos seis partidos, entre Liga y Champions League, una sola victoria: contra el Levante. El balance del neerlandés no es nada positivo: 63 partidos, 37 victorias, 12 derrotas y 14 empates.
La temporada pasada en Liga, consiguió 24 victorias y siete empates en las 38 jornadas ligueras, llegando a descolgarse por la lucha por el título en los últimos encuentros y finalizando tercero. Este curso va a peor: tres victorias, tres empates y una derrota en las siete primeras jornadas. Doce puntos y novenos en la tabla.
En Champions el balance en muy preocupante. Esta temporada suman dos goleadas en dos encuentros (Bayern de Múnich y Benfica), mientras que el curso pasado se pinchó en los tres partidos clave: Juventus de Turín en fase de grupos (0-3) y los dos choques en el PSG (1-4 y 1-1). Los otros cinco partidos de fase de grupos se ganaron.
Koeman en el estadio de Da Luz / EFE
La única competición que el Barça se llevó fue la Copa del Rey con remontadas y sufriendo en muchos partidos. De los seis encuentros, cinco fueron victorias y una sola derrota, en el Sánchez Pizjuán contra el Sevilla (2-0). A pesar de eso, el titulo llegó al Camp Nou más por épica que por buen juego.
Peor que Setién y Martino
De momento, el porcentaje de victorias de Ronald Koeman con el Barça es de 58,73%. Desde que pasó Frank Rijkaard en el Camp Nou que no se veía un registro tan bajo: 58,61% en cinco temporadas (2003-08). Entre ellos dos, todos han tenido mejores porcentajes: Pep Guardiola (72,47%), Tito Vilanova (71,67%), Gerardo Martino (67,8%), Luis Enrique (76,24%), Ernesto Valverde (66,9%) y Quique Setién (64%).
El neerlandés, a parte de superar por poco a su compatriota, también supera a todos aquellos entrenadores de principios del 2000: Lorenzo Serra Ferrer (47,06%), Carles Rexach (46,97%), Louis Van Gaal (53,33%) y Radomir Antic (50%). Eso sí, el equipo actual está lejos de los números de los equipos ganadores.