Otra trágica noche del FC Barcelona en la Champions League. Los azulgranas volvieron a salir goleados en la presente fase de grupos, en este caso contra el Benfica (3-0) en Lisboa. El foco de las críticas nuevamente se posa en la figura de Ronald Koeman, que decidió apostar por un plan de partido de nulo éxito. Desde el parado táctico, hasta el uso de determinados jugadores que no pasan por su mejor momento.
Los tres centrales
La primera falla del compromiso en Da Luz fue la vuelta al esquema del 3-5-2. La última vez que utilizaron ese parado fue contra el Bayern de Múnich y el resultado lo conocemos de sobra. Es cierto que en la temporada anterior le funcionó de gran forma al técnico neerlandés, pero en la presente campaña ha logrado obtener mejores sensaciones colectivas a partir de otras ideas.
Gerard Piqué, en una acción en el Benfica-Barça / FCB
Bajo rendimiento
El segundo error de Ronald Koeman es la apuesta incesante por jugadores que, a día de hoy, están lejos de su mejor versión. Especialmente para un partido tan importante en la Champions League. Tanto Éric García como Sergi Roberto (jugando de carrilero) han tenido varios errores en lo que llevamos de temporada, una situación que se repitió durante el enfrentamiento ante el Benfica.
Esa determinación del entrenador azulgrana es difícil de entender, sobre todo si tomamos que nombres como Óscar Mingueza han demostrado mejor rendimiento en los recientes partidos. El polivalente canterano venía de una gran actuación contra el Levante, por lo que lógico era aprovechar ese rendimiento del futbolista para el compromiso de esta noche.
Los cambios
El tercer fallo a destacar en el duelo ante el elenco portugués es el cambio que realizó Koeman en el minuto 33 para sacar a Gerard Piqué (por Gavi), que durante ese tramo estuvo realmente superado por los atacantes rivales. Si bien era una sustitución con mucha lógica, la realidad es que no terminó de funcionar por completo por la decisión de mover a Frenkie de Jong a la zona de los centrales. Hasta ese momento, el neerlandés era uno de los futbolistas que aportaba mayor profundidad en los ataques.
Frenkie de Jong, de lo poco destacado en ataque en el Benfica-Barça / FCB
Del mismo modo, ese planteamiento se mantuvo en gran parte de la segunda mitad, desperdiciando valiosos minutos que pudieron ser claves ante el marcador adverso. Ya cuando el entrenador agitó el árbol con más sustituciones era demasiado tarde, especialmente porque a los pocos segundos el Benfica marcó el segundo gol que dejaría noqueado a los culés. A partir de ahí la desmotivación es notoria, tanto que el cuerpo técnico no puede hacer nada para revertir la negativa situación.